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España España · Cáceres
Voto de ÁAD:
8
Comedia A Herbert Block (George C. Scott), prestigioso director de un importante hospital de Nueva York, no sólo lo ha abandonado su mujer, sino que además ha perdido el respeto de sus hijos. Por si esto fuera poco, tendrá que afrontar el hecho de que en la clínica se estén produciendo extrañas e inexplicables muertes que han originado manifestaciones de protesta. (FILMAFFINITY)
14 de abril de 2024
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Una película muy de los años setenta... el tono, el color, el guión. Y, por supuestos, los actores, entre los que brilla con luz propia George C. Scott. Un actor tremendo, poderoso, firme en sus convicciones, capaz de soportar todo un metraje él sólo de manera estelar.
El retrato realista de un hospital, sus necesidades, sus preocupaciones, sus miserias. y sus pulsaciones desde la visión de un director totalmente fracasado en la vida (familiar y personal), con una mujer que le odia, y dos hijos que son dos verdaderos inútiles en la vida.
Es un ensayo muy interesante, de un director al que le tenía por un 'televisivo' pero que he visto dos cosas recientes de él qeu me han cambiado la perspectiva sobre su capacidad creativa. La americanización de Emily y ésta. Ambas muy buenas.
Lo singular del ensayo que propone es que la vida continua sigue, progresa... nada sucede, todo continua.
La confusión mental y física que experimenta el director del Hospital viene dada por varias razones, entre ellas el vacío existencial que provoca la combinación entre una edad avanzada, un alcoholismo crónico, y una infelicidad personal.
No me extrañaría que las escenas en las que se muestra borracho verdaderamente lo estaba. Típico actor del método. Además en la vida real era de esos tipos que bebían de verdad. La leyenda del santo bebedor. Uno de tantos.
Me ha gustado el tono de la cinta. Te suben en marcha a ella, no para, siempre ocurren cosas, pasas sucesos, a veces sin conexión entre ellas, muy al estilo de M.A.S.H. y aquellas cintas de los setenta que proponían la ruptura del ritmo narrativo. Ya no hay un comienzo, un desarrollo, más o menos frondoso, y un desenlace. Todo es desarrollo, todo es trama.
ÁAD
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