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España España · Madrid
Voto de Damarela:
6
Thriller. Intriga Minnesota, 1990. El detective Bruce Kenner (Ethan Hawke) investiga el caso de la joven Angela (Emma Watson), que acusa a su padre, John Gray (David Dencik), de haber abusado de ella. Cuando John, de forma inesperada y sin recordar lo sucedido, admite su culpa, el reconocido psicólogo Dr. Raines (David Thewlis) se incorpora al caso para ayudarle a revivir sus recuerdos reprimidos. Lo que descubren desenmascara una siniestra conspiración. (FILMAFFINITY) [+]
21 de octubre de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
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Desde que se apagan las luces de la sala, el espectador se adentra en una ambientación soberbia, marcada por una gama de colores apagados, tristes y cargados de intención para mostrar una historia oscura. Decorados e iluminación contribuyen a que la sensación de inmersión sea plena y uno se olvide que está cómodamente sentado en la butaca del cine comiendo un gran paquete de palomitas.

La historia tiene un comienzo que atrae y cuestiona desde los primeros planos. A medida que avanza, la trama gusta, va envolviendo al público. Pero como un globo que se pincha sin llegar a explotar, se va desinflando y ese precioso globo de colores se va volviendo pequeño, feo y sin interés. El éxtasis final deja una sensación extraña. Ni el resultado global ni los pequeños detalles que al principio resultaban sobrecogedores llegan a convencer.

El tema nuclear por el que la película ha gozado de tanta fama a nivel nacional e internacional es el miedo. No estamos ante una cinta de terror en la que fantasmas o zombis atacarán en cuanto la iluminación se tiña de color negro. Es un miedo interno. Un miedo producido por nuestro cerebro que está más cerca de aquello que “podría ser” que del que nuestros ojos pueden ver en realidad. Ese miedo nace de las sensaciones y experiencias que provocan los demás en cada uno de nosotros, llevándonos a asumir el papel de tirano o víctima en ese teatro. Sin haber formado parte, desde esa tragicomedia que es la mente humana, podemos encontrarnos con nuestros peores miedos internos y perder de vista el raciocinio. Todo este mar picado es el pilar sobre el que se sustenta “Regresión” con la mala fortuna de no saber si este planteamiento llega de la mejor y más adecuada forma al asiento del cine.

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Fragmento extraído de www.generacionfriki.es
Damarela
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