Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de Damarela:
9
Terror. Fantástico. Drama Cuando lo desea, el vampiro Lestat convierte a sus víctimas en vampiros, concediéndoles así el don de la inmortalidad. A finales del siglo XVIII, Lestat convierte en vampiro a Louis de Pointe, un hombre desolado por la pérdida de su esposa y de su pequeña hija. Doscientos años más tarde, a finales del siglo XX, en San Francisco, Louis decide contar su historia, la historia de amor, terror y éxtasis de un vampiro, a un joven reportero, Daniel Malloy. (FILMAFFINITY) [+]
29 de marzo de 2016
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hablar de vampiros en el mundo del cine es sin duda sinónimo de nombrar al Conde Drácula con todas sus versiones y los actores que le harían realmente un personaje inmortal. Bela Blasco, Christopher Lee, Gary Oldman entre otros interpretaron al vampiro aristócrata, seductor, enigmático, dándole cada uno las características que hoy en día todos conocemos de sobra. Sin embargo, y pese a la abundancia de películas del género desde finales del siglo XIX, los filmes de vampiros no eran sino uno de los recursos más utilizados por los cineastas para ofrecer cine de terror, sin llegar a considerarse más que una lucha entre el Bien y el Mal encarnados los primeros en los humanos, víctimas inocentes, y los segundos en los vampiros, insaciables y monstruosos seres ávidos de sangre y sin remordimientos.

Entre Universal Studios y Hammer Films tenemos muchos años de películas de vampiros dirigidas exclusivamente a los amantes del género. Sin embargo, no fue hasta la década de los 90, con “Drácula, de Bram Stoker” (1992) dirigida por el director Francis Ford Coppola y con “Entrevista con el vampiro” (1994) dirigida por Neil Jordan cuando el empujón que se necesitaba para consagrar el género de vampiros llegó a su esplendor. No se debió sólo a la cartelera que nos presentaba: Brad Pitt, Tom Cruise, Christian Slater, Antonio Banderas, Stephen Rea, Kirsten Dunst…sino al tratamiento que de los vampiros se dio.

Y es que antes los vampiros eran seres vinculados a las Fuerzas del Mal, seres diabólicos y sin sentimientos, pero “Entrevista con el vampiro” (cortesía de su autora, Anne Rice, escritora de toda la saga de “Crónicas Vampíricas“) da una nueva visión: el vampiro es un ser con remordimientos, es humano en cuanto a sus sentimientos, le cuesta matar. De alguna manera no acepta su condición y, seguramente por eso, no se siente parte de nadie y, en consecuencia, no se identifica ni con el Bien ni con el Mal. En parte por ello, los personajes se pasan la película buscando su identidad, sus orígenes y, como seres sociales, a más de los suyos.

Por supuesto, entre Lestat (Tom Cruise) y Louis (Brad Pitt) hay una marcada diferencia en cuanto a la aceptación de la realidad en la que viven y su condición de vampiros. En realidad, de hecho, la diferencia se encuentra esencialmente entre Louis y el resto de los vampiros. Como dicen en la película, “un vampiro con alma mortal” no es algo corriente. Y no es sólo por contraste el que notamos que el resto de los vampiros sean amorales, generalmente crueles. Es porque la visión del mundo que tienen unos y otros es diametralmente opuesta. Sin embargo, todos coinciden en que encontrar un sentido a su existencia, evitar la soledad y ser amados es imprescindible para su propia supervivencia hasta estar al mismo nivel que beber sangre. Todo lo cual es indicativo indiscutible de que hasta los vampiros tienen las mismas necesidades que los humanos, y éstas no se reducen sólo a las carestías físicas.

[...]

Fragmento extraído de www.generacionfriki.es
Damarela
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow