Porque eso es lo que es este documental. Un tiro a puerta vacía. Lo más fácil es marcarlo. Si lo fallas, ya eres malo y prepárate para que Youtube dé buena cuenta de tu patosidad.

Estaba todo hecho. Estamos con el babero puesto hace meses. Es como si le escribes una canción a tu enamorado/a en esos meses de apogeo. Ya puedes cantar como Richard Gere y componer como John Cobra, que tu churri verá ositos de gominola flotando en el aire. Aquí ídem.

Pues mi cadista amigo Michael Robinson ha marcado. Ha compuesto un documental muy chulo y bien hilado, y hay momentos en el que los amantes del fútbol sentiremos un cosquilleo que sólo nos lo puede provocar maestros como Clint Eastwood o Uwe Boll.

Mola que haya sacado a todos los protagonistas, staff técnico incluido, y no solo a los más mediáticos, aunque es una pena que muchos solo comenten dos segundos alguna anécdota. Todos los jugadores merecían más tiempo en pantalla y aunque este documental hubiese durado 3 horas nos lo hubiéramos tragado y babeado igual.
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Voy a tirar a puerta vacía, a ver qué tal:

- Un balón con un cheque en blanco a ingresar en un banco suizo se empeña en meterse a base de rebotes en la portería del "otra vez lo de siemprel".

- Cada jornada, a falta de goles, celebramos cada sustitución de un niño al que no le reconocemos lo que nos dio hace dos años.

- Un Simba de dos metros envuelve en toallas a los centrales portugueses mientras un asturiano les escancia sidra.

- Un santo nos da la fe necesaria para sobreponernos a que el mejor lanzador de penalties del mundo (Sí, Xabi Alonso) no tenga su día. El asturiano también andaba por ahí.

- Un tiburón-pelusa vuela en tiempo-bala y envía un toma-hawk que ni el muro de Berlín lo detendría. Antes, un colibrí canario había conseguido unos cuantos clientes para Freud en la defensa alemana. (Después me cagué en su estampa por no darle el balón a Torres, todo hay que decirlo)
- Mientras, un pulpo catalán de medio metro extendía sus tentáculos por todo el medio campo diciendo cuándo sí, cuándo no. Sus eficientes secuaces le secundan.
- Durante estas semanas, Papá Noel de Salamanca absorbe críticas que nunca devolverá.

- Una banda de Jackie Chans entrenada por Chuck Norris vestidos de butaneros se lían a partir las costillas y tibias de unos violinistas que solo quieren hacer buena música. Un inglés se parte de la risa ante la situación sabiendo que a partir de ahora será VIP en el Barrio Rojo.
- Un Velocirraptor tulipán se va meando mientras encara a un santo al que no le hace falta usar las manos para callar la boca a un país.
- Un albino con la misma humildad que puntos de Zidanosidad, decide que es la hora de poner nuestro nombre, el de su país y por supuesto el suyo, en la Historia.