La guerra es de por sí el tema principal de la serie de donde emergen los tres antagonistas principales, por un lado tenemos al psicótico general Nazi que ve a la guerra como una forma de éxtasis o gloria eterna, una especie de paraíso infernal donde el guerrero puede ser feliz, por otro lado tenemos al también psicótico padre Anderson que ve a la guerra como una guerra Santa donde él es el paladín de Dios que debe acabar con el pecado de esta tierra en base a masacres y por último tenemos a Alucard, que personaje más apasionante, su visión no se nos revela hasta la ova 9 donde entramos en la entrañas del monstruo y vemos su génesis, al igual que su filosofía de la guerra que esta unida a una brutal concepción religiosa donde cree que Dios solo podrá descender a la tierra si se le hace una plegaria, una plegaria de sangre en el cual hay que apilar cadáveres hasta el infinito, solo así Dios descenderá y le mostrara la nueva Jerusalén, esta visión revela una faceta muchísimo más interesante que la visión sosa y romántica que se tiene de Drácula, aquí se nos revela como un rey loco, obsesionado por Dios y la guerra como modo de plegaria que llevaría a la aniquilación de su reino y a su propia muerte, es el ultimo instante, cuando los jenízaros lo van a decapitar que el bebe la sangre derramada de las anteriores ejecuciones y allí se sella el pacto, con el Diablo o Dios, la serie jamás lo revela, lo que si deja claro es que la sangre que el vampiro bebe son las vidas de sus victimas, de allí su poder he inmortalidad. Después vendría la historia narrada por Stoker, pero Hirano hace una genial reformulación del mito haciendo que Abraham Hellsing, lograse, por medio de unos misteriosos sellos mágicos, esclavizar a vampiro y hacerlo un fiel lacayo de la familia Hellsing, de ahí que Integra sea su amo, y de allí el origen de esta maravillosa serie que recomiendo que vean fervientemente, puesto que no se parece a ningún anime que hayan visto o verán.