Lo interesante de las películas de Star Trek es que colocaban en el centro de la mesa un dilema ético y moral sobre el cual se desarrollaba la historia procedente, y del cual se sacaba una conclusión positiva, acorde al mensaje de toda la franquicia de un futuro unido y esperanzador para la humanidad.

¨En la oscuridad¨ (subtítulo que, por cierto, no sé a que viene), no hay nada de eso. Bien podría titularse Star Trek o ser un videojuego de guerras espaciales. No hay dilema moral, no hay mensaje de ningún tipo. Solo es un producto de usar y desechar como tantos otros. Historia simple y sencillita, con varios agujeros argumentales ignorados, que da paso a piruetas espaciales de todo tipo, alguna escena de acción y muchas explosiones. Rellenado con el humor sonrojante que caracteriza este tipo producciones. Se adorna con guiños al universo trekkie para contentar a los fans, y listo.

La anterior película hacía un buen trabajo reiniciando el universo de forma más o menos creíble y perfilando unos personajes que recordaban, algunos mejor que otros, a la tripulación original. Ese trabajo no ha servido de nada. Dejando de lado la historia, los personajes se han desdibujado, exagerado y forzado. Kirk hace cosas que no hace Kirk y se estereotipa su deslealtad hacia las normas. Spock recuerda, con frases y gestos, al Spock original, pero las emociones se vuelven a apoderar de él y deja de ser Spock nuevamente. A Uhura se le intenta dar, a la fuerza, un protagonismo que no tiene, y acaba sobrando. Y luego Bones, al que Karl Urban sigue haciendo el más parecido, se le exagera su forma de ser y solo dice frases cínicas y hurañas toda la santa película. Eso es pasarse, hay un término medio.

El resto de personajes ya no son los originales, son una panda de figuras amorfas y tópicas carentes de interés. El mejor de todos es Khan. Benedict Cumberbatch se hace con él, y a pesar del profundo cambio que ha sufrido el personaje respecto al de Ricardo Montalbán, tanto en la forma como en el fondo, sí recoge de algún modo su esencia, aunque éste no hace bromas. Es lo mejor de la película.

Nada a destacar. Hace gala de presupuesto presentando ritmo y fx muy buenos, pero no tiene más. Los errores se suceden en el guion, pero están adornados y a nadie parece importarle. Y lo más grave es haber perdido definitivamente el alma de Star Trek, que era lo que hacía interesantes y amenas sus películas. Mención especial a toda la parte final, una copia descarada de ¨La ira de Khan¨, hasta se plagian los planos. Lo que faltaba, vamos. Lejos de ser un homenaje a aquella película, resulta una falta de respeto que pone en evidencia la carencia creativa de los guionistas y el director.

Entretenimiento vacío que no llega a aburrir del todo. Es triste que una película de Star Trek sea definida con esa frase.