Lo Pan, un brujo chino con miles de años a sus espaldas, la está liando parda en la ciudad buscando a una preciosa chica de ojos verdes con la que, según una antigua profecía, romperá una maldición que pesa sobre él, logrando volver a caminar entre los mortales y, ya que está, dominar el mundo. Pero Lo Pan nunca pensó que en su camino se cruzaría alguien como Jack Burton, que como suele decir en ocasiones como esta, ‘Si en 2000 años no encontraste a una mujer para ti, algo tienes que estar haciendo terriblemente mal’.

Jack Burton, camionero que solo estaba de paso ganando un dinero con el juego, se ve envuelto en esta guerra de magia, patadas voladoras y disparos sin igual. Una loca aventura en la que deberá tomar el papel de héroe y salvar a las mujeres de ojos verdes que pueda y, sobre todo y más importante, recuperar el camión que esos malditos magos orientales le han robado. Y como diría Jack Burton en un momento como este, ‘Pero qué pasa’.

Chulo, sin miedo y bribón como nadie, Jack Burton nació preparado. Y ningún ejército de magos luchadores, monstruos y mucho menos el todopoderoso Lo Pan podrán impedir que salve a la chica, al mundo, a todos sus aliados y recupere su camión. Como Jack Burton suele decir en situaciones como esta, ‘Es cuestión de reflejos’.

John Carpenter firma una de las mejores aventuras fantásticas jamás rodadas. Mientras, Kurt Russell inmortaliza a uno de sus mejores personajes. La banda sonora es una maravilla, evocando perfectamente el misticismo oriental. El ritmo es vertiginoso, sin tiempo para aburrir. Es además, con casi toda probabilidad, la película con mayor número frases míticas que se haya hecho. Una joya irrepetible de los 80, una juerga del Carpenter más desmelenado. Cine de entretenimiento en su máximo nivel. La diversión está asegurada.