- Primero, el final de la anterior, tal y como yo lo entiendo, es sobrenatural. Myers es el mal que toma esa forma para asesinar, y una vez derrotado, es el mal que está en todas partes, respirando, esperando otra oportunidad. Por tanto continuar la historia aquella misma noche no tiene sentido, estás jodiendo esa idea y convirtiendo a Myers en un asesino mucho más común, más terrenal.

- Para terminar de cargarse el personaje, deciden darle una motivación a sus crímenes: Laurie es su hermana y por eso la busca para matarla. ¿¿?? Eso no tiene coherencia alguna. Para empezar es algo que se sacan de la manga con toda la desvergüenza del mundo; segundo que no explica nada, Michael no estaba obsesionado con Laurie, iba acechando y matando por ahí a los jóvenes de Haddonfield con los que se cruzaba y Laurie era uno de ellos; y tercero, ya me contarás entonces por qué pierde el tiempo en asesinar al resto si su objetivo es ella.

- Lamentable a la par que descacharrante la muerte del joven de 17 años con una máscara como la de Michael, al pobre lo atropella la policía y lo estampa a lo bestia contra una furgoneta, explota todo y se quema vivo. ¡Qué innecesario! Encima son todos tan imbéciles que se creen que es el verdadero Michael, en fin. Esa escena ha envejecido muy mal, pero son risas.

- El noviete de Laurie da toda la pena. Se resbala con la sangre y se queda inconsciente, se mete en el coche y se duerme encima de la bocina… ¡Qué vergüenza!

- ¿Por qué Michael escribe “Samhain” con sangre en la pared y luego nos dicen algo sobre realizar sacrificios? Desconcertante, a saber a qué venía eso.