Ciertamente su origen es 007, pero cuando en ese campo parecía que ya estaba todo hecho, surge Kingsman y rompe con todo, ya que no tiene elementos de todo lo realizado pero mezclados y sobre todo dosificados de una forma que consigue una película muy entretenida, sin caer en el mal gusto al que llevan a veces las parodias, ya que esta película no es exactamente eso, porque es seria pero con gracia o graciosa con seriedad. Todos los personajes me gustan bastante, hasta el malo resulta cercano y a la vez es un archienemigo de la humanidad, pero Samuel L Jackson lo borda. No se como explicar el coctel de esta película pero funciona y es una agradable sorpresa. Que tiene escenas como la de la Iglesia que hay que verlas si o si.

En fin, me lo he pasado mejor que con 007, que pese a ser quien es, no tiene la elegancia que Colin Firth le da a su personaje.