Prescindible escalón dentro de la saga galáctica. Indudablemente mejor que su predecesora (lo cual no era muy complicado), no alcanza ni por asomo los mínimos exigibles en una producción con sus antecedentes. Lo malo no es que no encontremos ningún atisbo de las virtudes de la saga original, esa mezcla de fantasía, inocencia, humor canalla y maravilloso maniqueismo, sino que se regodea en sus peores defectos, y más concretamente en ser básicamente un anuncio corporativo de dos horas. Me explicaré: por si no lo saben, el golpe maestro de George Lucas con la saga original fue quedarse con los derechos del mercado de juguetes, productos, etc, y eso fue lo que realmente dió dinero. El ataque de los clones lo único que aporta es un mayor imaginario visual del que beben videojuegos, juguetes, comics, etc, o lo que es lo mismo, es una forma de seguir alimentando el ansia consumista de los millones de fans, estando los objetivos cinematográficos...inexistentes. Por ello, todo aquel no interesado en el mundillo no debería acercarse a este producto, pues incluso como película de acción es de un barroquismo visual nada favorecedor, con una amalgama indigerible para el cerebro de bichos, disparos, naves y luchas con espadas laser. Menos mal que con la tercera Lucas cogió algo de nervio...