A menos que se le vaya la cabeza, Nolan se está haciendo una filmografía que roza el instant-classic, y en este caso Insomnio no desentona. Las peripecias de un expermientado policia en un apartado pueblo de Alaska en el que no se pone el sol dan carta blanca para que Nolan desarrolle una de sus proverbiales atmósferas, en este caso opresiva y paranoica, y que le va muy bien a un guión que aunque tramposo (como es costumbre en sus peliculas), tiene las vueltas y revueltas justas para que el recorrido sea apasionante y el duelo Pacino-Williams bastante jugoso. En definitiva se trata de un thriller policial con todos los ingredientes para pasar un buen rato y hasta angustia.