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Voto de DavidCarideS:
7
Fantástico. Acción. Ciencia ficción Con la determinación de asegurar que el sacrificio definitivo de Superman (Henry Cavill) no fue en vano, Bruce Wayne (Ben Affleck) une fuerzas con Diana Prince (Gal Gadot) para reclutar a un equipo de metahumanos que protejan el mundo de una amenaza inminente de proporciones catastróficas. La tarea es más difícil de lo que Bruce imaginaba, ya que cada uno de los reclutas deberá enfrentarse a sus propios demonios para trascender aquello ... [+]
19 de marzo de 2021
32 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
'La Liga de la Justicia' de Zack Snyder es como imaginarse a Leni Riefenstahl dirigiendo una peli de superhéroes tal y como dirigía aquellas películas de propaganda nazi de los años 30. Una cineasta  formidable que ha perdurado en el tiempo única y exclusivamente porque su talento visual y sensibilidad poética superaba por mucho a la ideología criminal a la que servía. Su papel lo ocupa ahora Zack Snyder, y el tirano esta vez, los trajeados ejecutivos de Warner Bros que ordenaron mutilar y reestructurar la película para  finalmente ejecutar el crimen de estrenarla en el 2017 tras el abandono del primero por razón de una tragedia personal.

Esa primera versión recogía algunas de las escenas de Snyder, las cortaba, reordenaba, les ponía un poco de celo y confiaba en el buen hacer de un  artesano como Joss Whedon (el dire de Los Vengadores) para el envoltorio, empaquetado y posterior venta al por mayor. La versión de 2021 tiene tan poco que ver con aquella cutre, fría y fallida película que incluso llamarla "versión del director" sería una equivocación. Aunque sea esencialmente la misma historia, la forma, el ritmo, la estructura, el etalonaje, la ratio de imagen es diferente; tiene sustancialmente otro guión, otro desarrollo de personajes y mucha, pero que mucha más violencia.

La esencia mítica de los superhéroes de Snyder es lo que marca la diferencia. Es un contrapunto respecto a la cercanía y humildad de la factoría Marvel. Más allá del guión, basta ver esas desquiciadas poses fotográficas recargadas de simbolismo (a veces barato pero siempre impresionante) con las que se recrea visualmente la grandeza de los personajes en cada escena y cada entorno, equiparándolos a esculturas griegas. Señala un origen mítico que se traslada a la propia historia, que no deja de presentar tintes de tragedia, en su estructura coral y en su canto de locura como castigo de los dioses de otro universo.

Con la 'Poética' de Aristóteles en la mano, podemos identificar el origen de la tragedia como la consecuencia necesaria de la épica, que no es otra cosa que las consecuencias psicológicas de guerra. Como aquella que libraron Bruce Wayne y Kal-el en la película previa, 'Batman V Superman' (segundo acto de esta particular trilogía que comienza con 'Man of Steel', y que visto lo visto, quizá debió correr mejor suerte), donde se alza el relato individual de cada héroe, que narra su versión ante el teatro griego, la sala de cine; la visión única de un guerrero enfrentado con su enemigo. Las consecuencias fueron traumáticas. Y de esos barros a estos lodos.

La tragedia surge aquí apelando a lo coral como una historia formada por las visiones particulares y contrapuestas de cada superhéroe, cada uno con su dimensión psicológica; y que confluyen de manera espontánea en una trama de lírica visual apabullante donde brillan especialmente aquellos personajes que pasaron por la tijera en 2017. Brilla Flash, pues suya es una de las escenas más impresionantes desde el punto de vista visual que se han visto en toda la historia del género; brilla un cínico Aquaman, cuya personalidad fue literalmente arrancada en 2017 y lanzada a los tiburones; y brilla por encima de todos Cyborg, cuya puesta en escena y líneas de diálogo evocan al célebre Dr. Manhattan.

El espectador acostumbrado a la fórmula cinematográfica de Marvel podría apreciar disgresiones y irregularidades en el ritmo, pero esta fórmula deliberadamente inconexa ya se apreciaba en la adaptación de 'Watchmen' del mismo Snyder, que aquí viene a reivindicar en su totalidad. Definitivamente da la impresión de estar ante la obra de un megalómano "demente" - tal y como dijo Jared Leto, agradecido por haber tenido la oportunidad de redimirse de aquella cosa (mierda) llamada 'Escuadrón Suicida'-. Y aquí es donde volvemos Leni Riefenstahl y a 'Olympia', su hermosisimo documental de 4 horas sobre las olimpiadas de Berlín del 36, con el que 'Liga de la justicia' comparte algo más que la duración, y esto es su capacidad de utilizar y reescribir la iconografía mitológica a través de la cultura popular, en tiempos donde los superhéroes, desde la ficción, se han erigido en ídolos; figuras de autoridad capades de señalar a los mortales las leyes de la ética.

En total, son 4 horas muy entretenidas, con muchos momentos inolvidables, alguna inocente (pero simpática) estupidez, mucha poesía visual y la agradable sensación de haber visto un blockbuster de autor. Reconozco que por momentos me he emocionado tan solo imaginándome a Snyder en aquellos tristes años de duelo personal y profesional, viendo como su visión acaba desintegrada y transformada en una película de superhéroes tan genérica como vergonzante. Su logro, por encima de todo, es haber sido capaz de reivindicar su técnica contra las perversiones de un estudio, y me congratula ver que ha podido tener, tal y como le dice en un momento determinado Superman a Lois Lane, "una segunda oportunidad". Reconozco que durante muchos años he sido hater de Snyder, pero hoy se ha ganado todo mi respeto y admiración, como autor y como ser humano.
DavidCarideS
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