Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Juan Marey:
9
Terror Ésta es una de las primeras versiones sobre el mítico vampiro. Fue realizada por la Universal, productora especializada en el cine de terror. El conde Drácula abandona los Cárpatos y se traslada a Occidente, llevándose como sirviente a un contable. Una vez instalado, se enamora de una joven que ya está prometida. Empieza a a visitarla por las noches y va bebiendo su sangre poco a poco para convertirla así en su esposa. Pero el malestar ... [+]
6 de septiembre de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Drácula existe, o en todo caso ha existido, no fue Conde sino Príncipe, el Príncipe “Val Dracul”, Val Dragón, también conocido como Val el empalador. Reinó en Valaquia, una provincia recóndita de los Cárpatos de 1456 a 1462. El príncipe Drácula era un adepto al culto vampírico, caballero de las tinieblas que buscaba, como tantos otros, iniciarse en el dominio de la muerte, descubrir el secreto de la inmortalidad. En Transilvania todos saben que el Príncipe Drácula tiene más de mil años, que sólo duerme una vez cada tres décadas y entonces el sueño le dura seis meses de un tirón, cuando se despierte recobra la vitalidad de un jovencito.

Bram Stoker, el autor de Drácula, también practicaba el culto vampírico, su libro es un material iniciático, lo escribió a partir de una documentación auténtica facilitada por un tal Armenius Vambery, de la universidad de Budapest. Stoker murió de agotamiento, así lo pone su acta de defunción, de agitación como las víctimas de los vampiros. Tod Browning, cartesiano él, del personaje de Drácula sólo guardó la apariencia, la anécdota, para convertirlo en un personaje humorístico que debería interpretar Lon Chaney, el cáncer Terminal del actor lo impidió, lo sustituyó el húngaro Bela Lugosi y le dio una profundidad majestuosa que nunca volvió a reflejar en pantalla. Había encarnado al Conde en el escenario teatral y conservó y acentuó ese estilo solemne y real que da miedo. La fotografía de Kart Freund, los decorados de Charles D. Hall, acentúan la irrealidad de la historia, de su primera parte sobre todo, la que procede directamente de la novela de Soler, más que de la segunda, limada ya para el teatro.

Clásico entre los clásicos del terror, este Drácula de Browning es una virgería.
Juan Marey
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow