Estupenda película de Marcel Carné adaptación de una novela de Eugène Dabit y en la que un modesto hotel situado junto al parisino canal de Saint Martin, cerca de la Estación del Norte, constituye el escenario de una serie de historias entrelazadas.

Una pareja de enamorados, Renée (Annabella) y Pierre (Jean-Pierre Aumont), alquilan una habitación durante una noche con un siniestro objetivo común: suicidarse, sin embargo en el último momento el plan no sale como esperaban. De ahí en adelante los acontecimientos se sucederán sin casi abandonar el hotel, que a modo de colmena humana vive repleto de bulliciosos secundarios. Los personajes son retratados por Carné con mirada aguda e indulgente, con rico vitalismo y una tolerante humanidad de barriada, que no juzga y deja vivir.

Film a medio camino entre la sordidez y el romanticismo y que posee un indudable encanto. Una película sencilla y hermosa, una historia de amor loco, de lágrimas y alguna sonrisa que destila poesía en cada secuencia.