Bastante amante de estas series en las que no hace falta que vea un episodio tras otro para enterarme de lo que sucede y que funcionan como pequeñas piezas cinematográficas (véase ‘Black Mirror’), Guillermo del Toro arranca su «gabinete» con la historia del ‘Trastero 36’ y, debo decir, que me parece de lo más prometedor.

Esta pequeña pieza de Guillermo Navarro funciona a las mil maravillas ofreciendo intriga y pequeñas dosis de terror. Nos mete dentro del mundo de los trasteros que tantas veces hemos visto en televisión, esa puja en la que terminan encontrando siempre tesoros perdidos u olvidados. El problema llegará cuando el protagonista consiga uno por el que, quizás, termine arrepentido.

Entretenido y directo, de los mejores de la temporada.

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