Más allá de ver a Spacey, Aniston y Farrell (este era lo mejor de la anterior entrega) casi caricaturizados como los “horribles jefes” del título americano original, ‘Cómo acabar con tu jefe’ fue un moderado éxito de público y crítica. El original punto de partida de unos trabajadores machacados y quemados con sus respectivos jefes que deciden matarlos parecía un sueño, que todos llevamos muy adentro, llevado a película (combinado con chistes). Obviamente, tenía que generar una secuela con urgencia, antes de que todos olvidasen la película original.

Esta urgente secuela nace de una idea muy poquito original (y bastante tonta) que la convierte en muy poquito necesaria. Manteniendo gran parte del plantel original, la poca gracia que desprenden los tres pelín-crispantes-protagonistas Jason Bateman (lo de este ya lo he comentado varias veces, pero su falta de carisma es más que alarmante), Charlie Day y Jason Sudeikis, contrasta con la gran galería de secundarios que les roban continuamente las escenas: Jennifer Aniston, Christoph Waltz, Chris Pine, Jamie Foxx (debería hacer más comedias y menos ‘Annie’) y Kevin Spacey (que apenas sale diez minutos se come a los tres protagonistas).

Película simplona y bastante tonta, con una banda sonora repleta de canciones actuales y chistes que os harán más o menos gracia según vuestra disposición (y lo que os gustase la primera). Pero es tremendamente flojita.

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