El director y guionista Paul Feig es un especialista en crear tramas y cintas que giren entorno a personajes femeninos, algo que siempre es de agradecer por lo poco abundantes que son. Intentó de buena fe reflotar los míticos cazafantasmas dándoles un enfoque diferente y en su haber tiene bastantes comedias resultonas que han funcionado bastante bien estos últimos años (de ‘Espias’ guardo un magnífico recuerdo).

‘Un pequeño favor’ sigue muy bien la línea de sus anteriores trabajos, en este caso a unas estupendas Anna Kendrick y Blake Lively, amas de la función. La primera básicamente haciendo lo que mejor sabe hacer, ser la simpatía en persona y la segunda como la sofisticada y estirada rival.

Pero la película no termina de arrancar correctamente. Es una pena, porque se queda a mitad de camino de un buen thriller con carga dramática, que habría funcionado de maravilla, y una comedia divertida que también habría funcionado estupendamente.

Y es que la trama engancha desde el principio. Nos encontramos con una mujer soltera que conoce a otra ricachona gracias a que los hijos de ambas se hacen amigos. A partir de ahí, todo se desarrolla desvelando poco a poco los misterios y vueltas de tuerca, pero salpicada con puntuales momentos de humor demasiado exagerados, que terminan despistando.

Con todo y con eso, esperas el siguiente movimiento de las protagonistas, siendo un entretenimiento que se ve del tirón y que, a pesar de sus inconvenientes, deja un grato recuerdo. Podría haber sido mejor, pero eso ya es otra historia.

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