Cinta de entretenimiento (más o menos conseguido... más bien escasamente logrado) en la que una raza extraterrestre decide retar a la Tierra recreando las partidas de los recreativos de los años 80. Solo un grupo de treitañeros que en su infancia era imbatible en estos videojuegos será entonces la esperanza de la humanidad frente a estos aliens.

Lo cierto es que "Pixels" cuenta con una grandísima idea original; pues atesoraba una temática que podría haber mezclado a la perfección la desenfadada realidad de una pandilla de mundanos trentañeros con la fantasía del juego virtual cargado de aventuras para disfrute de todo público (sumándole a esto un tono de nostalgia, que podría haber evocado grandes emociones en el espectador que se sintiera más identificado con ellas). Pero por desgracia "Pixels" no tiene el desarrollo argumental que hubiera podido proporcionar, y cojea en todos sus aspectos: en el humor, en la empatía, en la naturalidad, en la aventura... todo es tan perezoso y vago como superficial y trillado. Y es una pena, pues "Pixels" pudo contar con una aventura emocionante, elaborada y caracoleante, con una comedia gamberra cargada de locuacidad y sagacidad, y con un lirismo evocador reseñable. Pero no, para disfrutar de un entretenimiento que aúne humor y aventuras fantasiosas... y que además haga un homenaje a los juegos recreativos... pues contamos con el film animado de Disney "¡Rompe Ralph!" que le da mil vueltas a "Pixels" en todos los aspectos (desde la inolvidable banda sonora de "¡Rompe Ralph!" hasta la construcción de los personajes, pasando por el tino y lo perspicaz en su humor).

"Pixels" lo intenta pero no lo logra. Una lástima ya que cuenta con Chris Columbus (director de "Harry Potter y la Piedra Filosofal", "Solo en casa", "Harry Potter y la Cámara Secreta", "Señora Doubtfire", y guionista de "Los Goonies" o "Gremlins" entre otras) en su dirección. Pues el norteamericano ya ha demostrado en numerosas ocasiones como es capaz de realizar (casi siempre contando con la ayuda de las mejores bandas sonoras de John Williams, todo sea dicho (caso de las películas de "Harry Potter" o "Solo en casa")) cintas de aventuras infantiles o juveniles cargadas de la misma dosis de nostalgia que de magia, con escenas para el recuerdo y personajes entrañables en todas sus vertientes. Pero "Pixels" no es uno de estos casos, no es "Solo en casa", no es "Harry Potter", no es "Gremlins". "Pixels" por desgracia acaba derivando en "una comedia mala de Adam Sandler".

La puesta en escena es correcta sin más, lo más destacado de ella es la batuta de Columbus y el ritmo dinámico que emplea en el desarrollo de la trama (que afortunadamente apenas llega a la hora y media). Con una pertinente elección de planos y una diestra edición, Columbus imprime un compás a la cinta de lo más agradecido... salvando los platos de un conjunto errado en todo lo demás. Pues "Pixels", si bien no hace daño a los ojos, no destaca precisamente por sus efectos especiales (aprobados pero sin llegar a lo notable en el diseño), por su diseño de escenarios, por su fotografía o vestuario, o por su banda sonora (aquí no hay temas como los de H. Jackman en "¡Rompe Ralph!" que nos sumergían en una aventura de arcade como nunca (cualquier compás de aquella banda sonora despierta más emoción por las hazañas de los recreativos que los minutos de "Pixels"), ni temas como los que Williams pudo dedicar al viaje en coche volador de Harry Potter... o al fénix de aquella misma entrega. No, aquí la música se olvida pronto). La puesta en escena de "Pixels" no atrae al espectador por lo que no le sumerge en la aventura.

Pero el principal error de "Pixels" es su desarrollo argumental. El libreto no trabaja en absoluto esa aventura dentro de los arcade (que es simplona hasta el nivel preescolar, pronosticable hasta el hartazgo (solo la cadencia de Columbus rescata al espectador del hastío que la trama le puede llegar a producir) y redundante hasta la saciedad). Este lance de "malos vs. buenos" ni se mima ni cuida ningún detalle. El tratamiento de los personajes por su parte y las interacciones entre ellos también resultan bobas, tópicas, superficiales y poco o nada matizadas en casi todo momento (muy poco se salva de los diálogos "chistosos", que desde luego es más que evidente que no los ha escrito Columbus sino el lacayo de Sandler, Tim Herlihy, para su lucimiento como comediante... con ese estilo característico de tan apagado y pobre nivel). La trama romántica de Sandler es tan forzada y artificiosa como estúpida, y la comedia es de este nivel: Sandler soltando frases tipo "Esta versión de Gepetto y Pinochio me ha dejado acojonado","¡Pac-Man, te han comido el coco!", "¡Solo una más y fiestón!". Desde luego se lo podían haber currado todo mucho más.

Los actores (algunos de ellos grandes como Brian Cox o Peter Dinklage) no pueden hacer nada ante el bajo nivel de construcción y desarrollo en sus personajes (estos dos que menciono se topan con tópicos andantes). Sandler incluso empeora con su presencia a su protagonista, pues realiza una interpretación monocorde y descolocada distanciando aun más al espectador de la trama (por no mentar que su química con Michelle Monaghan es nula... si algo podría haber salvado la trama romántica eso era una química inesperada entre los actores... PUES NO). Kevin James parece que es el que mejor se lo pasa y el que imprime más cercanía y desenvoltura con su "Presidente Estadounidense pasado de vueltas".

En fin. Pudo ser una maravilla de película, una especie de "Friends" metidos en plena aventura fantástica. Pero el nivel en el libreto es demasiado pobre y superficial. Es incluso difícil que se pueda terminar de ver sin abandonar el visionado por el escaso interés y talento de todo el conjunto. Completamente olvidable.

Lo mejor: La dirección y edición de Columbus. Kevin James. Los primeros minutos.
Lo peor: El guión. Adam Sandler. El reiterativo y poco imaginativo tercer tercio.