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España España · MADRID
Voto de Spark:
7
Romance. Comedia Inglaterra, finales del siglo XIX. El doctor Joseph Mortimer Granville inventó el primer consolador eléctrico para tratar lo que se conocía como histeria femenina, cuyos síntomas incluían insomnio, retención de fluidos, pesadez abdominal, espasmos musculares, irritabilidad o pérdida de apetito. (FILMAFFINITY)
25 de julio de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Atrayente, deleitosa y curiosa cinta británica que nos sitúa a finales del siglo XIX, cuando el desconocimiento médico sobre la sexualidad femenina era total, y las enfermedades mentales consistían en una batería de teorías médicas que, en el caso de ciertas mujeres, se confundían con sentimientos de disgusto y ciertas neurosis dando pie a la teoría de la "histeria": una enfermedad inexistente que se atribuía a las mujeres que, según los estudios médicos de entonces, tenían "el útero fuera de su lugar". El tratamiento era un masaje en la vulva que, por desconocimiento por entonces no se sabía que se trataba ni más ni menos que de un masaje en el clítoris dando lugar al orgasmo femenino.

La cinta se centra en los avatares del joven doctor Mortimer Granville (inventor en la realidad del primer vibrador eléctrico), sus amistades, su trabajo, sus compañeros, sus intereses románticos y sus satisfechas pacientes.

La temática en la que se nos sitúa el film es pues de lo más peculiar, interesante, indiscreta y (por qué no decirlo) burlesca vista a ojos de hoy un día. Y la cinta no se dedica a narrar su historia en tono sombrío, llevándonos por caminos insondables, con personajes altamente dramáticos y grandes tragedias. No, "Hysteria" decide narrarse a caballo entre la comedia romántica y la comedia gamberra... y el resultado es de lo más eficaz.

Con una ambientación rococó totalmente acertada y encantadora, la película atrapa al espectador sin que se esfuerce lo más mínimo. Sus escenarios londinenses de paisajes exteriores y sus decorados interiores son fascinantes, su iluminada fotografía llena de coloridos y contrastes es un éxito, el sonido es dedicado, su vestuario adecuado, la coqueta banda sonora que envuelve el relato es pertienente y los encuadres de Wexler resultan totalmente perfectos.

Wexler además se luce en los movimientos de cámara, los cambios de plano y el montaje de las escenas; ofreciendo un metraje tan ágil como natural, donde cada secuencia tiene su duración pertinente en la trama. Es ese dinamismo, energía y ligereza en su ritmo uno de los puntos fuertes del film.

Otro de ellos es un guión que, si bien no pasará a la historia y la memoria (no estamos ante un libreto profundo o trascendental. Sus avatares de comedia romántica se dejan llevar por lo establecido. Y sus personajes no son de una riqueza sorprendente... aunque tampoco son absurdos ni mucho menos), es equilibrado y armonioso mezclando y engarzando varios ingredientes (romance, confrontación médica, alegato feminista, denuncia social...) con un tino mayúsculo y, en ocasiones, con un gran ingenio en sus pequeños momentos. Y es que, en "Hysteria" se goza de un film de clásica distinción británica, esto son: unos diálogos cuidados, fluídos, ocurrentes y medrados, y un humor inglés cargado de ironía, perspicacia y sarcasmo por todos sus costados. En estas situaciones destacan por supuesto las que se dedican a describirnos los momentos en esa ingeniosa y placentera consulta médica, con doctores con las manos exhaustas y las féminas deseando volver a tratarse al día siguiente. Hay situaciones realmente desternillantes.

También ayuda que los actores estén todos magníficos. Y, aunque sus papeles estén algo estereotipados, los intérpretes consiguen sacar oro de sus personajes con carisma y naturalidad. Hugh Dancy como joven e inocente galán aporta no solo un toque de seducción, sino también una entrañable ignorancia y candidez, unas enérgicas y anhelantes ganas de servir en su profesión, y un simpático y alegre desparpajo. Maggie Gyllanhaal también llena de vitalidad a un personaje que no le es desconocido ("La sonrisa de Mona Lisa", "El caballero oscuro") como joven caritativa, luchadora y deslenguada pero auténtica. Los dos comparten química como pareja en la pantalla y se agradece. Y los secundarios están notables robando muchas escenas (a destacar a Georgie Gleen como encantada y anciana paciente, a Rupert Everett como genial e irreverente compañero de piso del Doctor Mortimer y por supuesto a Jonathan Pryce que está sobresaliente durante algunas de sus consultas con sus pacientes).

En definitiva muchos esperaban (y me incluyo) con "Hysteria" un producto de mayor peso y dedicación en su temática, pero si nos encontramos con tanto desparpajo y comicidad en su libreto, con tanta plasticidad, con tanto talento actoral, con tan buena cadencia y con un buen acabado en su relato... pues poco más se puede pedir.

Lo mejor: ...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Spark
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