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España España · MADRID
Voto de Spark:
5
Aventuras. Drama Arturo (Clive Owen) está deseando abandonar Bretaña para regresar a la paz y estabilidad de Roma. Pero antes, una última misión le hace comprender tanto a él como a los caballeros de la Mesa Redonda (Lancelot, Galahad, Bors,Tristán y Gawain) que, tras la caída de Roma (476 d.C.), lo que Bretaña necesita es un rey que la defienda de la amenaza de la invasión sajona y los guíe hacia un tiempo nuevo. Guiado por Merlín y por la valiente y ... [+]
25 de abril de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras "Los Caballeros de la mesa redonda" (1953), "Excalibur" (1981), "Merlín, el encantador" (1963), "Camelot" (1967), "El primer Caballero" (1995) y demás largometrajes basados en la leyenda medieval británica del Rey Arturo, nos llegó en 2004 otra nueva revisión al personaje y sus acompañantes. Esta vez de la mano del solvente Antoine Fuqua ("Training Day" (2001), "El tirador" (2007), "Revancha" (2015) o el desatinado remake de 2016 "Los siete magníficos") un Arturo (Clive Owen) de origen bretón pero que comanda como romano a otros bretones (Joel Edgerton, Hugh Dancy, Ioan Gruffudd, Ray Stevenson y demás) al servicio del Imperio de Roma, se ve en la encrucijada de seguir bajo el mando imperial o de si forjar su destino de forma independiente para asegurar un futuro mejor a los bretones. Entre ellos se encuentra una aguerrida Ginebra (Keira Knightley) que más parece Xena, la Princesa guerrera que la damisela de la nobleza que nos presentan las leyendas artúricas.

"Rey Arturo" se acaba conformando como un buen film de acción, sin embargo no posee el cuidado en el desarrollo argumental que se le presupone a un film de estas características. Pues "El Rey Arturo" se nos presenta como una cinta de épica de época pretendidamente seria y dramática... pero por desgracia el resultado no es el mismo que el de largos del mismo corte como "Espartaco" (1960), "Braveheart" (1995) o "Gladiator" (2000) sino que el guion se conforma con un tratamiento argumental tan arquetípico, unidimensional y forzado como el de películas como "Pompeya" (2014), "Océanos de fuego" (2004) o "La última legión" (2007). Y es que, si bien no mancilla en exceso el relato mitológico original, nos muestra a un Arturo taaaan bueno por dentro y por fuera que más que un comandante es un santo mártir merecedor de una canonización papal. Sus acompañantes son todos modelos de revista mientras que "los malos" son feos o tienen kilos de más (caso de ese noble romano o ese patriarca sajón). Y en éstas este Arturo vive unos lances de batallas, rescates y defensas de los nativos completamente tópicos y sumamente previsibles. Así que no; aquí no tenemos a unos personajes de una profunda y humana (o psicópata) introspección a lo Máximo (Ruseel Crowe) y Cómodo (Joaquin Phoenix), ni unas intrigas territoriales y nobiliarias a lo "Braveheart" o "Juego de Tronos" (2011-19)... a pesar de que "El Rey Arturo" lo trate con la misma ceremonia. Y es que en la cinta hay mucha pompa y poca circunstancia.

Se deja ver, eso sí, por su puesta en escena. Todo espectador mínimamente aficionado a la aventura medieval va a disfrutar con las impecablemente rodadas batallas por parte de Fuqua, con un magnífico despliegue en su producción, con una realización de planos primorosos que infunden el ambiente rural y vetusto de la trama, con un vestuario y un maquillaje profusos y hermosos (que no realistas para con la época), con una banda sonora lustrosa que realza a la cinta de forma contundente, y con unas actuaciones dignas (capitaneadas por Clive Owen y Keira Knightley que otorgan cierta dignidad y cercanía (que no carisma) a sus trillados y someros roles). La trama al menos sirve de sostén para este despliegue audiovisual de categoría y, aunque es cierto que en algunas escenas se alonga innecesariamente en silencios o contemplaciones que no aportan absolutamente nada, por norma general avanza en su relato con un tempo ajustado.

Pero desde luego no le pidan a "El Rey Arturo" ser un largometraje para el recuerdo. Solo recomendable a los aficionados a la acción aventurera de época (los que admitieron pasatiempos superficiales como "Robin Hood" (2010), "Krull" (1983), "El Reino de los Cielos" (2005), "Excalibur" (1981), "La Legión del Águila" (2011) o las más guasonas "Tras el corazón verde" (1984), "Robin Hood" (2018), "La joya del Nilo" (1985), "La momia" (1999) o "Rey Arturo" (2017)) o a los fans de su director y/o intérpretes. El resto no se pierde nada, pues no estamos ante un cinta destacada en su género de aventura de época a lo "Bailando con lobos" (1990), "La máscara del Zorro" (1998), "Ben Hur" (1959) o "El último mohicano" (1992).

Lo mejor: La banda sonora de Hans Zimmer (que casi roza a sus trabajos estandartes, y eso es decir mucho).
Lo peor: Su guion.
Spark
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