Tras ver "Frankenweenie" no cabe duda que de que Burton ha recuperado su esencia y su hechizo con este engrandecimiento de su cortometraje de 1984 (que, curiosamente, Disney se negó a emitir por ser "demasiado oscuro y macabro para los niños"). Un relato en el que el listo y solitario Victor trata de revivir a su fallecido perro Sparky (su único y gran amigo)

No estamos ni mucho menos ante la obra culmen y definitoria de este director de culto... no es su mejor film ni el más trascendente (films como "Eduardo Manostijeras" o incluso "Charlie y la fábrica de chocolate" tenían mayor amplitud de miras en su argumento y su trama) pero... "Frankenweenie" no solo es de lo más entretenida (su hora y media se pasa sin darse cuenta en un suspiro), sino que mantiene con orgullo el fundamento y el alma del "cine Burton" al 100%, con una atmósfera que esta vez sí nos zambulle en un universo nuevo y peculiar (así se nos pasa el susto de la fallida "Sombras tenebrosas").

Tim Burton rebusca en su pasado, se llena de nostalgia, y consigue reencontrarse con su espíritu cinematográfico que tanto nos ha enamorado desde sus inicios. Vale que el relato quizás sea demasiado sencillito, que sus personajes tengan reacciones infantiles (son niños, no se puede esperar otra cosa), que sus acontecimientos sean un tanto anecdóticos... pero todo esto se contrarresta con los mejores exponentes de Burton (ya no hablo solamente de la envoltura turbadora que nos ofrece el cineasta (mucho más lúgubre y siniestra que sus obras más recientes. Habría que remontarse a 1999 y "Sleepy Hollow" para encontrarse con algo tan asustadizo en su textura. Eso sí, es turbadora sin llegar a extremos que puedan asustar en exceso a los niños), hablo también de toda su forma narrativa: su humor (negro o no) es de lo más eficaz esta vez, y sus continuos homenajes y referencias al cine de terror B son una acertadísima delicia que no se veía tan bien acoplada desde "Ed Wood").

La cinta se pasea con agudeza en una mezcla de añoranzas a la infancia y esas cándidas aventuras, y de evocaciones llenas de cariño y pasión a (entre otras) "Frankestein", "Godzilla", "Los Gremlins" o incluso a las propias obras de Burton.

Esta historia corta y simple posiblemente la disfruten más los niños y esté más orientada a ellos. Pero los fans de Burton tienen aquí una oportunidad para reconciliarse con el cineasta en algunos momentos cumbre del metraje, que quedan estampados instantaneamente y sin rubor en la colección de lo mejor de Burton. "Frankenweenie" se mantiene en la linea de "Pesadilla antes de Navidad" y "La novia cadáver" (y, en mi opinión, no es ni mejor ni peor que aquellas en su conjunto).

Lo mejor: ...