"Gothika" no es una película memorable ni muchísimo menos. Pero tampoco puede decirse de ella que sea una película aburrida, porque es entretenida en casi todo momento, se hace corta y logra crear una mínima intriga en la que dan ganas de saber su resolución aun sabiendo que su desenlace tampoco nos va a sorprender en exceso.

Es cierto, "Gothika" se queda en el simple producto hollywoodiense de terror descafeinado (más cerca del thriller sobre crímenes que del género terrorífico) para pasar el rato con un poco de todo: un poco de sucesos paranormales, un poco de fantasmas, un poco de manicomio y otro poco de asesinatos. En "Gothika" tenemos los típicos sustitos (que no producen miedo ni terror sino sobresalto) a causa de los efectos sonoros y "apariciones" bruscas de la típica niña/fantasma de pelo mojado, los típicos recursos fáciles, el típico ritmo narrativo que es estandar para este tipo de cintas, la típica banda sonora que da la sensación de haber escuchado infinidad de veces, la típica fotografía, la típica personalidad de la protagonista... y además su argumento tampoco destaca por su originalidad (además de tener algunas incongruencias), ni la cinta tiene una intriga excesiva, y por supuesto no ofrece el terror que se espera de ella (eso sin contar que cuanto más fantástica quiere parecer más cómica resulta).

Pero si lo que se quiere es devorar palomitas, pegarse algún que otro sobresalto en el sillón y olvidarse de la cinta a los cinco minutos, entoces "Gothika" si le funcionará. Porque aun no teniendo momentos sorprendentes o nunca vistos, la fórmula del sobresalto facilón sí que funciona y, tras hora y media de intriga criminal mezclada con algún que otro fantasmiode y Halle Berry haciendo de loca, "Gothika" no sale tan mal parada como podría haber resultado y acaba siendo un entretenimiento pasable.

Lo mejor: Halle Berry.
Lo peor: Que repite la fórmula de cintas de terror light vistas mil veces (La Señal", "La Bendición", "Se lo que hicisteis...", etc).