Me parecía exactamente eso: Se puede decir que caí en la trampa que la trama urde. Creía que el hecho de que fuera una película antigua iba en su contra. Que su trama había quedado, con el tiempo, demasiado usada y fácil de pillar. Me equivoqué, no era lo que pensaba. Decir que la actuación de Sir Laurence Olivier es muy buena y que Carol Lynley y Keir Dullea cumplen como hermanos. Destaco quizás más al jefe de policía por su sobriedad en la actuación, propia en Sir Laurence. La existencia de la vieja ermitaña que fue fundadora de la escuela infantil y que hace como de adivinadora es muy propia del cine antiguo y del teatro clásico. Personajes donde su único cometido es solventar el problema o esclarecer parte del misterio sin que se profundice en ellos. No me gusta eso. Para mí todos los personajes tienen que ser algo más que su labor en el argumento. Deben ser más profundos. Darles vida, como he leído que opina, Stephen King.

Por otro lado, me repele el personaje del casero el cual ejerce acoso sexual a la joven madre. Señores, ésto sí es acoso y no las chorradas que una criaja acomplejada vea como he podido vivir yo en mi realidad.