El corazón de la serie es a lo que estás dispuesto a pagar por lo que querés obtener. En la serie el tema no es sólo "la vida eterna", sino a qué estás dispuesto para obtenerla. En nuestra rutina diaria podemos pensarlo como a quiénes estamos dispuestos a matar y comernos (en el sentido metafórico) para llegar a donde deseamos. Hay personas que son capaces de todo, de cualquier cosa, de dejar el tendal en el camino, para llegar a su objetivo. Otras, simplemente, no pueden hacerlo. No pueden disfrutar un logro si para ello debieron cargarse a otras personas y sus sueños.

En esta serie, ese debate me pareció hermoso. También el debate sobre la necesaria juventud para ser felices, en un mundo donde pareciera que si uno no es hermoso y joven, no tiene nada para dar. Nuestra sociedad descarta a los viejos por considerarlos inservibles, y pareciera que hay que darlo todo para vivir indefinidamente en una juventud obligada para poder ser parte. Me pareció poético y maravilloso el momento en que la actriz que hace de la antigua novia del párroco le dice que ella, de haber podido elegir, jamás hubiera elegido ese "regalo" que le dieron. La vida se trata de eso, le dice, de que nos toca marchitarnos mientras otros florecen; y que lo que pasó en el pasado estuvo bien, que muchas personas iban a sufrir por sus decisiones, y que ella no se arrepentía que de las que habían tomado. Una segunda oportunidad para qué? para el amor? el amor también se marchita, también se convierte en otra cosa, también se desgasta con los años. Más un amor alimentado de fantasías durante años, que en realidad nunca conoció el desgaste propio de la rutina y lo cotidiano.

Todos esos diálogos, más los asociados a la muerte, al arrepentimiento, a la culpa me parecieron maravillosos. También el momento en la canoa, donde uno de los protagonistas elige prenderse fuego a lo bonzo frente al sol antes que alimentarse de las personas que ama. Creo que esa es una parte fundamental de esta serie, permitirnos pensar si estamos dispuestos a matar (literal o metafóricamente) y a quiénes, con tal de tener algo que anhelamos.

Como siempre me dice alguien que quiero mucho "dale poder a una persona, y la conocerás realmente".