ESTE CUERPO NO ES MÍO, Parte IX: Un alien llamado Wanda

Esta película es una tortura digna de Guantánamo. Es como escuchar la discusión de dos quinceañeras peleándose por un novio, pero durante dos horas y con las voces en off.

La Huésped (The Host) es una película de ciencia ficción para chicas. ¿A quien se le ocurrió? Las chicas y la ciencia ficción no se mezclan. Es como ponerle mermelada a la carne.

A Melanie, la protagonista, se le mete una usurpadora de cuerpos que "ha tenido muchas vidas en muchos mundos" llamada Wanderer (vagabunda). Si el nombre ya pinta a boludez, lo peor es que le gusta que le digan Wanda. Resulta que las dos hembras que habitan el mismo cuerpo se enamoran de dos chongos distintos, formando un triángulo amoroso de cuatro personas. El problema de esto es que no se sabe quién está culeando a quién, es todo abstracto. Entonces las dos personalidades de la mina empiezan a discutir una con otra, como una Gollum estilo Crepúsculo:

Chabón: "ya que no puedo besar a Melanie, voy a besarte a tí, Wanda"
Wanda: "muack, muack, muack"
Melanie: "¡pará hija de puta, largalo, es mi novio, conchuda!!"

La última invasión extraterrestre es similar a la del clasico de serie B “Hidden (lo oculto)” (1987), donde unos bichos apestosos y repugnantes se meten por un orificio en el cuerpo de un humano y así se apoderan de su cuerpo y voluntad. Pero como esta es una película de Stephenie Meyer y todo tiene que ser lindo y femenino como en una teleserie de Cris Morena, aquellas babosas repugnantes son reemplazadas por uno pompones de filamentos fluorecentes de fibra óptica que se mueven constantemente, como si ataras un montón de espermatozoides por la cola formando un copo de algodón brillante.

Cuando uno de estos copos de algodón espermáticos se mete en tu cuerpo no te embaraza, pero te dota de un estilo super cool: los poseídos se visten todos de blanco como si fueran vendedores de helado, usan lentes de contacto celestes mar, conducen autos deportivos de alta gama todos plateados, trabajan con Macs de pantalla ultrafina, y son comandados por Diane Kruger.

Ella tiene como ayudante a un afroamericano resucitador, que también quedó con los ojos celestes. No hay nada que se vea más gay que un negro con ojos claros, como demostraron los Milli Vanilli en la década del 80.

El arma de los extraterrestres es rociar con perfume "PEACE Channel nr 5" sobre el rostro de los que se rebelan. El glamoroso vaporizador extraterrestre también cura las cicatrices y borra las arrugas. Demi Moore ya encargó uno.