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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Giskdan:
7
Drama Oskar Schindler (Liam Neeson), un empresario alemán de gran talento para las relaciones públicas, busca ganarse la simpatía de los nazis de cara a su beneficio personal. Después de la invasión de Polonia por los alemanes en 1939, Schindler consigue, gracias a sus relaciones con los altos jerarcas nazis, la propiedad de una fábrica de Cracovia. Allí emplea a cientos de operarios judíos, cuya explotación le hace prosperar rápidamente, ... [+]
19 de abril de 2013
39 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un nazi bueno. Suena a oxímoron, pero solo si tomás el retrato y la definición de "nazi", que te proporciona la enciclopedia hollywoodense. Veras, valoro mucho a una película como "La Cruz de Hierro" (1977), de Sam Peckinpah, porque da una representación realista de lo que era el ejército alemán durante la segunda guerra. Aunque no lo crean, muchos alemanes (probablemente, la mayoría) durante aquellas épocas no eran unos terribles monstruos sádicos sin aprecio por la vida humana. Muchos eran, simplemente soldados a los que mandaban a pelear en una guerra, extrañando a sus familias y con miedo a morir.

En “La Lista de Schindler”, Spielberg comete el mismo error habitual del cine y la televisión norteamericana para con los nazis: representarlos como una especie de gangsters de estampa y uniforme, psicópatas brutales dignos de veinte chalecos de fuerza.

No hay dudas de que había psicóticos en el Tercer Reich (comenzando por su jefe máximo), pero generalizar la representación a cualquier cosa con uniforme, lesiona la realidad histórica y, paradójicamente, consigue "exculpar" involuntariamente los infames crímenes que cometieron. Si se demonizan y se presentan como inhumanos, pues pareciera que el holocausto fue obra solamente de unos locos alienígenas que existieron en aquel tiempo, y no de una situación vergonzosa de orígenes sociopolíticos y culturales cuya responsabilidad cae sobre la misma humanidad a la que cada uno de los espectadores en el cine también pertenecemos.

Esta caracterización exagerada se ve patente en el personaje de Ralph Fiennes, cuya representación del capitán Amon Goeth es todavía más caricaturesca que la del coronel Hans Landa de "Inglourious Basterds" (2009)... ¡Y eso que aquella era una película de explotación totalmente delirante, mientras que está pretende ser casi un documental! En "La Lista...", cada soldado alemán en un sádico demente, que se divierte a las risas con el padecimiento de los judíos. Un negro sobre el blanco, como la película; una caricatura de una sola dimensión.

Tampoco le hace un favor Steven a sus correligionarios del pasado mostrándolos como fotocopias unos de otros: super tranquilos y amables, incapaces ni uno sólo de un acto o pensamiento cuestionable, y por sobretodo, sumisos hasta la ridiculez. OTRA CARICACTURA, que convierte a este film tan bien dirigido en una boba presentación de malos muy pero muy malos, y buenos muy pero muy buenos.

LOS ASPECTOS TÉCNICOS DEL FILM son indiscutibles: la fotografía, el montaje impecable, la dirección de actores... Ya los sabemos todos, no voy a agregar nada de esto. Pero está historia contada sólo en blanco y negro - en más de un sentido - las escenas para manipular los sentimientos del espectador que no aportan nada a la historia (esa ducha que no es ducha pero si es ducha) y la suprema cursilería del "Esta lista es el bien absoluto, esta lista es la vida" y el Schindler final lloriqueando y dando su mensaje pro-capitalismo (Si hubiera ganado más dinero, podría haber salvado más gente) hacen que en mi opinión haya que bajarla bastante.

Pero bueno, Spielberg también arruinó su Guerra de los Mundos poniéndole cursilería innecesaria al final, así que es una costumbre.
Giskdan
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