Citando a "El club de la pelea":

*** "No eres un bonito y único copo de nieve, eres la misma materia orgánica en descomposición que todo lo demás, todos somos parte del mismo montón de estiércol..."

RESPUESTA: "Brad, esa materia orgánica en descomposición que tenés en tu casa llamada Angelina... ¿No me la prestás un rato? Me encantaría hundir mi boca con ese estiércol putrefacto..."


*** "Esta es tu vida, y se está acabando minuto a minuto"

RESPUESTA: "Carajo, y ya desperdicié 139 minutos viendo la bosta esta de Fight Club"


*** "Soy la X de Jack" (Reemplace X por cualquier sustantivo. Edward Norton repite esta mierda tanta veces durante el film, que es un gran esfuerzo contenerse para no tirar el reproductor de DVD por la ventana, en un ataque de inflamiento de bolas).


*** "Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seriamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco nos estamos dando cuenta, lo que hace que estemos muy, muy cabreados."

RESPUESTA: "Brad, vos, Edward (Norton), Helena (Bonham Carter) y David (Fincher) SON millonarios, SON dioses del cine, SON esas putas estrellas contra las que estás protestando."
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No solo es "Fight Club" una de las películas más sobrevaloradas que hay, sino que su filosofía choronga y su mensaje son tan insinceros, que me dan ganas de trenzarme en un match pugilístico con los admiradores de este film y cagarlos a trompadas. No importa que sean más grandotes que yo, la pelea se gana fácil: solamente tengo que decirles alguna frase chota, que consista en una banalidad presentada como si fuera un gran pensamiento revelador, y ya los tengo distraídos, embobados y con la guardia baja para darles un cross de derecha en la mandíbula.

Hay un aforismo que Tyler Durden omitió en su sermón: "Haz lo que yo digo, no lo que yo hago". Aquí los realizadores y participantes de la peli pretenden tener una percepción más aguda y una superioridad moral sobre sus espectadores, incluso mientras manifiestan una total adhesión al sistema que están condenando. ¡¡Y el público encima compra esta absurda filosofía adolescente , y los alaba casi como héroes por hacer esta "gran película"!!

Carajo, es un película de Hollywood. HOLLYWOOD, la meca del consumismo. HOLLYWOOD, allí donde más la gente se define por sus posesiones y por cuestiones superficiales. David Fincher hace películas comerciales, es un director comercial. Tyler Durden nos sermonea sobre la gente superficial que se mata en el gimnasio, mientras está encarnado por los abdominales tabla-de-lavar-la-ropa de Brad Pitt. ¿EH? ¿Soy el único al que le hacen ruido estas incongruencias?

A la fecha de escribir esto, en Buenos Aires, un nuevo fenómeno está acaparando los noticiarios de la noche: "Los quema-coches". Una banda de pajeritos anónimos, que se divierte incendiando automóviles de alta gama que encuentran estacionados. Seguro que son fanáticos de esta película mediocre y super inflada. ¿Fascista? ¿Nazi? No, simplemente incoherente.