Lo primero que he de decir es que la historia no me ha entusiasmado lo mas mínimo. No se si debido a la pesadez de la narración, a la indiferencia que me han contagiado los personajes o al vacío que ronda toda la película.

Siendo un film distante y frío ya de por sí, lo mínimo que hubiera debido hacer el director es dotar de más humanidad y cercanía ciertos aspectos de la historia. Por ejemplo, la relación paterno filial entre el magnate del petróleo y su hijo se me antoja un mero pretexto para profundizar más en la psicología del protagonista absoluto de la película. Un Daniel Day-Lewis desbocadamente histriónico y únicamente dedicado a recrearse en gestos y expresiones faciales vacías aunque pretendidademnte grandilocuentes. Al igual que Paul Dano que pasa de interpretar brillantemente a un personaje que no quiere hablar en "Pequeña Miss Sunshine" a un charlatán alterado sin atisbo de mesura y credibilidad. Entre tal maraña de egos disparados me quedo con la decente y humilde interpretacion del hijo del protagonista, un niño que habla más con la cara que con la boca.

Con los primeros 40 minutos de metraje parecemos asistir al comienzo de una gran película, profundamente descriptiva pero dinámica e interesante. Pero con el paso de los minutos todo se va echando poco a poco al traste. Escenas interminables absolutamente irrelevantes, momentos de pretendida grandiosidad que se quedan en el camino, irrupción de personajes que no aportan nada, confusión con el desarrollo de los acontecimientos...etc. Todo ello aderezado con profundas dosis de lentitud y con innumerables primeros planos de Day-Lewis para que todo el mundo admire su "gran" interpretación. Vamos que sólo falta que debajo de la cara del actor ponga el famoso "For Your Consideration" para que los miembros de la Academia que le vean le voten para que se lleve el Óscar.

Otro elemento que me ha parecido especialmente irritante y desquiciante: la absurda banda sonora. ¿Esto es una partitura o la sirena que anuncia un bombardeo? Por momentos tenía que llevarme las manos a los oídos. Repetitiva y aturdidora, la "música" de esta película parece hecha ex-profeso para incomodar al espectador y hacer que su mala hostia vaya in crescendo.

"Pozos de ambición" no me ha gustado, creo que eso es evidente. Obviamente habrá gente a la que le encantará y gente a la que le resultará indiferente. Mi opinión es que la película fracasa en lo mismo que pretende contar: la sobradísima ambición de su protagonista (Day Lewis en la ficción y Anderson en la realidad). Con la ambición del primero lo único que logra es una interpretación exagerada y caricaturesca y con la del segundo una película tan pretendidamente épica como infumable e indigesta.