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España España · Mexico
Voto de Alfie:
7
Drama Elmer Gantry (Burt Lancaster) es un hombre atractivo, oportunista y absolutamente inmoral. Tras asistir, por casualidad, a una reunión religiosa, se da cuenta de lo fácil que es ganar dinero como predicador y se convierte a la religión Evangélica. Con la hermana Sharon Falconer (Jean Simmons) a su lado, Elmer pronuncia unos estremecedores sermones que le permiten conseguir fama y dinero. Pero un periodista (Arthur Kennedy) sigue sus ... [+]
21 de diciembre de 2009
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Tiene la palabra, la fuerza de cien cañones”. Así adornaba Touneur el final de uno de sus maravillosos westerns. Y en torno a esta idea gira también esta gran producción dirigida por Richard Brooks. Evidentemente la cinta no queda solo en eso. Un guión genial y completísimo da cabida a innumerables cuestiones que van desde la inevitable historia de amor hasta la religión entendida como negocio, pasando por planteamientos en torno a dogmas de fe y creencias religiosas, que tan personales resultan. Y es por eso precisamente por lo que el análisis final de lo pretendido debe superar este aspecto. Partiendo siempre del respeto a cualquier creencia, siempre que ésta no conlleve mal al prójimo (muy bíblico esto), nos centramos pues en la verdadera intención del film: demostrarnos y mostrarnos lo que puede hacer un hombre con su discurso. Y para ello emerge un hombre y un nombre: Elmer Gantry.

Porque… ¿puede la oratoria dar esperanza a aquellos que la han perdido? ¿Puede un discurso enfervorizado enaltecer almas adormiladas? ¿Puede un sermón dar luz a ojos que solo ven oscuridad? ¿Puede una arenga unir incondicionalmente a personas en una misma causa? ¿Puede un alegato defender la más perdida de las causas? Preguntas retóricas que no necesitan más contestación que la interminable lista de personajes históricos que han hecho de la palabra la más terrible de las armas. En el cine, sin embargo, destacará una por encima de todas. Con su Óscar incluido. Personaje majestuoso encarnado por un inmortal Lancaster. Gantry, truhán y vividor, pícaro y rufián, insolente caradura, bebedor y fumador, pero que posee una cualidad que lo hace único e irresistible a las masas: el poder de la palabra, el poder de “su palabra”. Imprescindible.
Alfie
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