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España España · Logroño
Voto de Angela:
8
Drama Esta película está basada en una historia real que tuvo lugar en 1971, cuando el profesor de Stanford Dr. Philip Zimbardo creó lo que se convirtió en uno de los experimentos sociales más impactantes y famosos de todos los tiempos: en unos días fue capaz de convertir a un grupo de ciudadanos de clase media en gente sádica por un lado y víctimas sumisas por otro. (FILMAFFINITY)
17 de abril de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película que arrastra las atrocidades del ser humano, con una historia real que revela de forma espeluznante lo que puede llegar a hacer el poder en la raza humana.

La película, basada en el experimento dirigido por Philip Zimbardo en 1971, prueba cómo unos chicos comunes y corrientes pueden llegar a transformarse en verdaderos monstruos en la recreación de unos papeles que se les han asignado lanzando una moneda. Por otro lado, el experimento disecciona la sumisión del otro grupo de jóvenes, los reclusos, ante unos uniformes y gafas de sol. Estando en salas de la universidad de Stanford, llegaron a creer que vivían en una prisión real, tanto los guardias como los prisioneros, y olvidaron su individualidad para convertirse en el papel que estaban jugando.

Como Zimbardo explica en su libro "El efecto Lucifer", los jóvenes adoptan una serie de conductas en el transcurso del experimento, siendo estas acciones banales en la vida cotidiana que adquieren otro sentido en el ambiente en cuestión: hacer preguntas, dar órdenes, dar información, amenazar, ayudar a otros, ofrecer resistencia... Como se puede apreciar en la película, los carceleros acuñan la hostilidad y agresividad inherente a la superioridad, mientras que los presos asumen la pasividad como mecanismo de supervivencia. De este modo, podemos observar en la historia una reacción idéntica en lo que respecta a la vida de los judíos en los campos de concentración, donde los guardias de las SS tenían como objetivo primordial humillar y desindividuar a los reclusos, con el único pretexto de unos uniformes que los distinguían de los harapos de los prisioneros.

Pese a que el experimento fue cancelado antes de lo previsto, Zimbardo llegó a extraer las conclusiones deseadas. Con este proyecto pretendía analizar el comportamiento y la actuación del poder en el humano, y tratar de explicar así la reacción de los procesados en el Juicio de Nuremberg, acontecimiento que inspiró la idea del experimento.

Esta película, ante todo, se muestra fiel al experimento, con un guion leal y pulcro y actuaciones intensas por parte de un reparto joven y de cierto renombre entre los millenials, lo cual acerca al público juvenil a esta gran producción. Aunque lenta en algunas partes, consigue recrear un ambiente tanto específico como creíble, con una laboriosa maestría. Es una buena película que sin duda recomiendo para los amantes de la psicología.
Angela
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