Ron Howard es un buen artesano. Un director que resuelve sin gran pasión pero con notable profesionalidad títulos grandes y pequeños e incluso un documental de muy buena factura sobre The Beatles de reciente recuerdo. Su asociación con Dan Brown llega a su tercer hito y mejora los resultados anteriores...quizás el cambio de estilismo de Tom Hanks ayuda a dar más empaque a la película.
Robert Landong es un personaje de especial carisma que, leyendo los libros, no parece que Hanks lo de vida y que, sin embargo, este ha logrado hacer suyo. En esta ocasión vuelve a enredarse en una aventura con tantas aristas que, en ocasiones, el espectador no sabe si sube o si baja pero le da igual porque el entretenimiento está asegurado y ¡qué diablos!, uno va al cine a pasarlo bien y no a una clase de física y química.
Dante y la actualidad se entremezclan en una trama que crees posible desde el minuto cero porque nos gustan las conspiraciones, los malos muy malos y los buenos con cara de comprar en el mismo súper que tú madre o tu esposa.
He disfrutado las dos horas de su metraje aunque la segunda parte se hace un poco más morosa en el ritmo. El diseño de producción nos lleva a hacer turismo con una fotografía de primer nivel y una banda sonora a la altura. Todos los actores que acompañan a Hanks resultan una buena elección en especial Felicity Jones.
En resumen: un entretenimiento de calidad que da lo que promete y, para los poco exigentes, incluso más.
Recomendable.