Es una película cuyo ingrediente principal son las excelentes actuaciones de todo el reparto, el guión no es nada nuevo pero está bien resuelto, quizás me hunde un poco el final almibarado, con colorines y todo, pero el modo en el que cada personaje trata de ser feliz a pesar de la simplicidad de sus posibilidades en ese pequeña ciudad provinciana es interesante. Es una comedia romántica, que no es ni comedia pura y dura, ni termina con el héroe rescatando a la dama, porque esta aprende a valerse por sí misma, aunque tarda un poco en hacerlo. Las tartas y sus nombres son mi parte favorita. Es una película sin grandes pretensiones pero bien hecha, un dulce en medio de las super-producciones excesivas de la temporada navideña, para recordar que el cine no es solo efectos especiales, sino historias de personas normales, si bien, no necesariamente corrientes.