Y como tal, me gustan las explosiones, el acero templado y hacer de playboy multimillonario, que para algo me interpreta Robert Downey Jr.

Dicho sea de paso; se le da de escándalo, aunque esta vez se repita un poco y a veces se me haga cargante, a nadie le quedaría mejor mi pecho lata.

También me flipan las escenas de acción espectaculares y las secretarias macizas, los malos que lanzan chispas a latigazos y vacilar al personal en las fiestas.

La cohesión argumental ya me gusta algo menos, y es que como Jon dio con la tecla en la primera, muchos le exigirán que siga manteniendo el nivel como alternativa de calidad a las mucho más trascendentes o filosóficas “El Caballero oscuro” o “Watchmen”, pero oye, ya asentamos bastantes presentaciones y pilares en Iron Man, en esta nos podemos permitir volar por los aires lo que nos dé la gana sin dar demasiadas explicaciones.

Aunque no debieran, por eso de ser los malos y tal, me molan bastante Mickey Rourke y Sam Rockwell, y hasta diría que me quitan algo de protagonismo en alguna que otra escena, aunque tampoco sea nada exagerado.

Y en fin, que aunque imagino que algunos desalmados me pondrán a parir y los chiquillos me pondrán por las nubes, en general no estoy nada mal, la armadura me brilla un poco menos, pero aun así me dejo ver.

Soy el hombre de hierro, y aunque no quisierais volver a verme, que se que si, los Vengadores están a la vuelta de la esquina y me quedan corazón y cuerda para rato.