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Voto de Pedro Triguero_Lizana:
7
Cine negro. Intriga. Drama Timothy Foster tiene un plan meticuloso para atracar un banco de Kansas, pero para llevarlo a cabo necesita tres cómplices. Consigue ponerse en contacto con tres delincuentes perseguidos por la policía, pero, durante el encuentro, todos llevan careta, de manera que no puedan reconocerse entre sí. El atraco resulta un éxito, y Foster entrega a cada uno de sus cómplices pasajes para lugares desconocidos y medio naipe como único medio de identificación. (FILMAFFINITY) [+]
7 de noviembre de 2013
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No había visto nunca esta película, y me ha gustado. El final, en el embarcadero, me recuerda al final de "The Hitch-Hiker" (1953), de Ida Lupino, aunque sólo sea por el lugar de la acción, México en ambos casos. Lee Van Cleef, en una de sus primeras películas, demuestra que ya era un estupendo actor, y no sólo una gran presencia física. Destacan también las peleas, típicas del cine de Karlson.

El cine negro de Karlson es de una violencia y una negrura ambiental más que notables. Los policías de este film, los que detienen al personaje de John Payne, son malencarados y amenazadores, y, es curioso, lo son tanto o más que los criminales. De ahí que uno de los criminales, el encarnado por Preston Foster, sea un ex-policía que quiere volver al cuerpo, mediante un plan maquiavélico. En un mundo violento,duro e injusto, en el que las fuerzas del orden producen desconfianza, y detienen a inocentes, sólo un héroe inocente, como John Payne, puede buscar la justicia y la verdad, para lavar su nombre, aunque para ello tenga que hacerse pasar por un criminal...

La historia hace mucho hincapié en las apariencias: casi todos aparentan ser lo que no son, y casi todos engañan a los demás, de un modo u otro. Las máscaras con las que los ladrones (Neville Brand, Lee Van Cleef, Jack Elam) se cubren para dar el golpe, al principio, son la metáfora visual perfecta del permanente juego de apariencias que se propone, y bajo el cual sólo hay ambición, avaricia y violencia. Por otro lado, estas máscaras -que también remiten a la función de muchos secundarios en papeles de malos del cine de Hollywood de esos años, grandes secundarios como los tres citados- se anticipan a las caretas de "Atraco perfecto" (The Killing, 1956), de Stanley Kubrick.

"Kansas City Confidential" no es una película perfecta -el personaje de Coleen Gray sobra, aunque este personaje se aleje de los personajes femeninos más tópicos del cine negro; el guión presenta algunas incongruencias; el pasado turbio del personaje de Payne queda en nebulosa- pero sí una obra estimulante e interesante, capaz de brillar con luz propia en el conjunto del cine negro y el "thriller" del Hollywood de los años 50.
Pedro Triguero_Lizana
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