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Voto de Pedro Triguero_Lizana:
4
Bélico Christian Diestl (Marlon Brando) es un teniente del ejército alemán que ama a su país, pero guarda serias dudas con la guerra que comienza a abrirse camino. Noah Ackerman (Montgomery Clift) es un soldado americano que sufre las presiones de sus propios compañeros y jefes, pero está dispuesto a defender lo que es justo a como dé lugar. Ambos se enamoran de chicas con carácter, y esto también sirve de acicate para mantener el impulso de ... [+]
30 de noviembre de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Producida en unos años en los que parece ponerse de moda en el cine de Hollywood la Segunda Guerra Mundial en tanto que curiosa mezcla genérica de cine bélico, amor y drama -recordemos "De aquí a la eternidad" (From Here to Eternity, 1953), de Fred Zinnemann , "Más allá de las lágrimas" (Battle Cry, 1955), de Raoul Walsh, o "Tiempo de amar, tiempo de morir" (A Time to Love and a Time to Die, 1958), de Douglas Sirk-, esta película de Dmytryk tiene a priori el atractivo de ver juntos a dos actores míticos como Marlon Brando y Montgomery Clift, pero, pese a ello, flojea por todas partes: Brando interpreta su papel de antihéroe pasado por el tinte con notable desgana, y a Clift, recién salido de su casi mortal accidente de coche, sucedido en 1956, se le ve desfigurado, y además es demasiado viejo para su papel. Según IMDb, Clift fue rechazado por el ejército de los EE.UU. para el servicio militar durante la Segunda Guerra Mundial por padecer de diarrea crónica; en esta película no sólo se alista, sino que encima es un héroe. Tal vez Clift compensaba o sublimaba los problemas de su vida real a través de sus trabajos como actor...

Luego están los aspectos inverosímiles o poco creíbles de la trama: no se entiende que Barbara Rush se vaya sola a esquiar a los Alpes, ¡desde los EE.UU.!, si tiene novio, o que Clift y Hope Lange se hagan novios tan deprisa, o que un cobarde como el personaje de Dean Martin se presente voluntario para ir al frente, o que Brando sea un chulesco oficial del ejército alemán si en el fondo es un pacifista más interesado en las mujeres que en la ideología nazi, o, en fin, que Clift deserte cuando ya ha demostrado su hombría (¿o su tendencia autodestructiva?). Algunas transparencias cantan tanto que hacen ridículas las situaciones, como ocurre en la secuencia, involuntariamente cómica, en la que Brando y Maximilian Schell huyen por el desierto del Sahara compartiendo la misma moto.

El problema es que "El baile de los malditos" son varias películas a la vez, y ninguna de ellas resulta satisfactoria, pese a los 160 minutos del metraje de la versión que he visto. Dmytryk tiene mejores obras sobre el nazismo -"Los chicos de Hitler" (Hitler's Children, 1943)-, y sobre el antisemitismo -"Encrucijada de odios" (Crossfire, 1947)- que ésta, que, me temo, ha envejecido bastante mal, a pesar de su estupendo elenco actoral, incapaz de remontar un guión imposible y una dirección poco arriesgada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Pedro Triguero_Lizana
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