Una película curiosa pero discreta, con Alain Delon en el papel de un juez que investiga un asesinato en una apartada y fría zona rural francesa, el Jura, cerca de Suiza. Simone Signoret, que da la réplica a Delon, está aquí algo inexpresiva. Tampoco es que Delon gesticule mucho, precisamente...

Una variante rural, con impresionantes paisajes y pueblos nevados, del cine policíaco francés de la época -el "polar"-, un género en el que Delon era una estrella y una presencia habitual. La música de Jean-Michel Jarre es también destacable, aunque creo que Jarre es un compositor de cine sobrevalorado.