Es un "thriller" policíaco que me ha gustado y me ha sorprendido, porque sí, hay muchas películas parecidas en el cine USA de las últimas décadas, pero ésta es muy buena: tiene acción, emoción, suspense y ritmo de un modo muy proporcionado, y todos los actores lo hacen muy bien, empezando por un Bruce Willis en el papel de un policía en horas bajas, que de forma imprevista e inconsciente, al menos al principio de la trama, camina hacia su redención personal. Richard Donner recoge una serie de tópicos y cosas ya vistas, les da una nueva perspectiva, y consigue una película con alma.

La paranoia y el uso del "flashback" recuerdan un poco a un sólido y agobiante "thriller" policíaco muy anterior, "Sin conciencia" (The Enforcer, 1951), de Raoul Walsh y Bretaigne Windust.