Hasta el final de la tercera temporada, esta serie de televisión acentúa aún más si cabe las características principales ya presentes en las anteriores temporadas: el apocalipsis como fondo sobre el que hacer un intenso retrato de personajes inmersos en una situación límite; la importancia de la familia y de los lazos familiares -paterno-filiales, materno-filiales y fraternales-; una acción hiperviolenta; la presencia del "gore"; y también una serie de giros en la trama que a veces no convencen demasiado. Esto último ocurre especialmente en el comienzo de la tercera temporada, una temporada que, en la lucha entre el ranchero blanco y sus dos hijos, por un lado, y los indios de la reserva cercana, por el otro, parece a veces cine del Oeste. Pese a todos sus puntos débiles, en la tercera temporada esta serie toma un ritmo que la hace más interesante quizás que en la segunda temporada. El personaje de Kim Dickens se vuelve cada vez más violento y oscuro.

"Fear..." es una serie que desde el final de la primera temporada renuncia a contar más que "The Walking Dead", al centrarse no tanto en un panorama general, explicativo, como en las peripecias de un reducido grupo de personajes; y es una serie que, como su modelo, vale por lo que valen sus personajes, que son los que mantienen el interés. Como sus personajes son menos carismáticos que los de "The Walking Dead", "Fear..." me parece peor. Ahora bien, a veces aparecen personajes que sí son más interesantes, pero que, debido a la violencia de la trama, se van tan rápido como han aparecido, dejando al espectador con una sensación agridulce. En fin, sigue siendo una serie desigual e irregular, apta sólo para los más encallecidos aficionados a las historias apocalípticas y post-apocalípticas con familias en peligro y muertos vivientes.