Tiene todos los elementos, a priori, para ser una gran obra: la guerra, los niños, los mutilados, la inocencia...pero viendola el prejuicio favorable se va desmoronando poco a poco hasta quedar derruido; es una lástima, se intuye que podría haber dado para más, pero las películas no sólo se hacen de buenas intenciones ni, por tratar de temas trascendentales, se puede obviar la importancia de los diálogos, de la trama y, en especial, de las emociones que despierta y de la impresión que causa en cada persona, criterio este último necesario y suficiente para clasificar a una película como pésima, mala, aceptable, buena o magnífica. Fue muy premiada, supongo que el hecho de ser iraquí, iraní, coreana y por supuesto afgana es garantía de calidad (cosa que nunca he entendido ni compartido) aunque luego todas estas películas apenas si se estrenen en 20 salas, durante 2 fines de semana, a mayor gloria en V.O.S. y no la vayan a ver ni los vecinos del barrio.