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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de ARIEL:
7
Drama. Romance Jackson Maine (Bradley Cooper) es una estrella consagrada de la música que una noche conoce y se enamora de Ally (Lady Gaga), una joven artista que lucha por salir adelante en el mundo del espectáculo. Justo cuando Ally está a punto de abandonar su sueño de convertirse en cantante, Jack decide ayudarla en su carrera hacia la fama. Pero el camino será más duro de lo que imagina. (FILMAFFINITY)
8 de diciembre de 2018
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A Star is Born es la cuarta versión del drama musical que se hizo por primera vez en 1937. Bradley Cooper (The Hangover, El lado luminoso de la vida) dirige y coprotagoniza su ópera prima interpretando a Jackson Maine, estrella consagrada de la música country. Una noche conoce a una joven cantante llamada Ally (Lady Gaga), que aspira a ser parte del gran mundo del espectáculo, y se enamora de ella. Con el empuje de Maine, Ally comienza a hacerse un nombre, mientras la carrera de él, antihéroe del whisky, se hunde cada vez más.

Gaga nos ofrece un personaje inseguro y sensible, en las antípodas del huracán pop que interpreta en cada concierto, y su humanidad nos genera empatía al instante. También es para aplaudir el multitasking de Cooper como actor, cantante y director. Para esta película, estudió canto durante dos años y se gana todos los likes delante del micrófono. Al frente del rodaje, nos entrega un melodrama que no parece un melodrama y una remake que no parece una remake.

A diferencia de muchas obras del género que carecen de sutileza, empachan con un tema tras otro y saturan a quienes no somos fans del formato, aquí las canciones están perfectamente distribuidas y potencian el argumento. A su vez, la cámara nos brinda una visión inusual, casi siempre desde el escenario y el artista más que desde el espectador. La atmósfera es intimista, con momentos altos de drama, humor y conexión entre los protagonistas. Y aunque algunas historias paralelas de la trama no sean del todo satisfactorias, el resultado general es notable.

Tras los créditos, pensé en lo bien que Cooper llevó a Gaga a sacarse por un rato el disfraz de megaestrella para que interpretase a su mismísima doppelgänger. Mi sorpresa fue grande unos días después, cuando encontré un video en el que Gaga, emocionada, agradecía públicamente a Cooper. No solo por nunca rendirse y ser un talentoso director que le brindó las herramientas para dar lo mejor de sí como actriz, sino por haberla ayudado a conectarse nuevamente con su identidad primaria, Stefani, de la cual escapó durante años. Al fin y al cabo, parece que Stefani y Ally no son tan distintas.

Más allá de sus méritos cinematográficos, A Star is Born cumple con una de las facetas más bellas y fascinantes de ciertas obras en las que, además de que el público conozca un poco más al artista, sea el artista quien se conozca un poco más.
ARIEL
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