La serie trata las situaciones más complejas siempre de frente, sin enmascarar nada. Encontraran en ella toda la paleta de emociones en un trasfondo irreal que en ocasiones se intenta hacer pasar por costumbrista. Aunque seguramente se disfrutará más si uno se cree el engaño.
Los capítulos se han hecho pausadamente, cuidando los detalles; las palabras, escenarios, música y los silencios. Los personajes gozan de una profundidad inédita en ésta modalidad de metraje, además reaccionan y evolucionan de manera creíble ante experiencias increíbles.
A lo largo de los episodios los protagonistas se hunden y se levantan para luego volver a fracasar. No por ello dejan de luchar por sobrevivir.
Cualquier sinopsis la hará parecer una clásica serie coral de adolescentes. Ni son adolescentes ni es coral. Son adultos de 17 años que tienen que tomar las riendas por si solos porque saben que son dueños de su propio futuro. Son jóvenes, y por ello se equivocan, pero no son ni de lejos tan estúpidos como los clásicos "universitarios" de las comedias americanas. Y no es coral porque cada capítulo tiene sus claros protagonistas. Una historia definida en que algunos personajes quizá harán sólo una fugaz aparición mientras otros serán analizados hasta la médula. En cada capítulo cambian las reglas del juego, no os aprendáis el manual de memoria u os perderéis.
Conclusión: Esta serie relata la vida desnuda, sin complejos ni miedos, con el corazón en la mano. Vívela. Pónte en su pellejo. Wear their skin.