Sumario

La película desarrolla un pacto fáustico que se expande con sus dilemas y sus pérdidas. Sus temas no son nuevos: la insaciable codicia del capitalismo, la locura de la Guerra Fría, las relaciones entre las corporaciones, medios, poder y opinión pública...

WW84 no será el mejor exponente de su género (género al que cada vez se le exige más), pero más allá de sus vacilaciones e incoherencias, brinda mucho entretenimiento, genera algunas reflexiones y logra interesarnos por el destino de sus protagonistas.

https://impresionescinefilas.wordpress.com/2021/07/05/mujer-maravilla-1984-wonder-woman-1984-ww84/

Reseña

Luego de un prólogo en que vemos a Diana niña en un largo torneo contra amazonas adultas, la acción salta a 1984, donde la encontramos trabajando en el Instituto Smithsoniano de Washington (que abarca varias disciplinas). También trabaja allí en el sector de arqueología Bárbara (Kristen Wiig), adonde llega un conjunto de piezas recuperadas de un atraco. Una de ellas parece que posee determinadas propiedades que generan el interés de Maxwell Lord (Pedro Pascal), un empresario petrolero de gran presencia mediática.

La película de Patty Jenkins seguirá los encuentros y desencuentros de estos tres personajes (más un cuarto que aparecerá mucho más temprano que tarde) a partir del uso que hace Lord de la pieza, con una Bárbara inicialmente apocada y solitaria que quiere parecerse cada vez más a la bella y desenvuelta Diana y un Lord (una suerte de Donald Trump) preso de una megalomanía y una ambición sin límites.

La génesis, la presencia y las interacciones de sus dos villanos me recordó, salvando las distancias, a Batman Returns de Tim Burton, donde presentaban a El Pingüino y Gatúbela. En la primera mitad de la película vamos asistiendo a los cambios que sufren Lord y Bárbara, mientras que Diana empieza a investigar al primero. Acaso este segmento respete más el espíritu y el estilo de la serie original de los 80s; no excluye la acción pero se acerca al melodrama y se permite ciertos rasgos de humor. Ya en la segunda parte, las cartas están echadas y el enfrentamiento es a todo o nada, con cada personaje haciéndose cargo de sus vulnerabilidades, sus dilemas y sus pérdidas y un predominio de las escenas de acción.

Gal Gadot aporta humanidad y hasta melancolía a su personaje, agobiado por el deber y la exigencia desde la infancia (esta última sea tal vez la justificación de su largo prólogo). El personaje de Wiig describe el arco más interesante y Pedro Pascal luce desbocado casi desde el comienzo.

La puesta en escena es abrumadora. No siempre es convincente (hay algunos baches de guion) pero hay varias escenas de acción muy logradas. La omnipresencia de la música de Hans Zimmer por momentos agobia, pero eso no impide que brinde y realce grandes momentos (ver abajo).

Los mensajes de WW1984 no son nuevos: la insaciable codicia del capitalismo, la locura de la Guerra Fría, las relaciones entre las corporaciones, medios, poder y opinión pública. WW84 tiene algo de Orwell y mucho de pacto fáustico (en algunos casos invluntario), con sus dilemas y sus pérdidas.

A los blockbusters de superhéroes se les exige mucho. WW84 no será el mejor exponente de su género, pero más allá de sus vacilaciones , lagunas e incoherencias, brinda entretenimiento, algunas reflexiones y logra interesarnos por el destino de sus protagonistas.