Muchas veces me han preguntado: ¿Dragon Ball o Death Note? Qué decir, me parece una pregunta muy difícil de responder, teniendo en cuenta que la primera es un clásico muy especial de mi infancia, y la segunda una verdadera obra maestra del arte animado nipón. Obra maestra por la gran cantidad de misterio, que engancha de principio a fin. Obra maestra por una banda sonora excelente. Obra maestra por la calidad del dibujado. Y obra maestra por llegar a dibujar unas mentes ultra inteligentes de forma tan especial y tan personal, llegando a parecer verdaderamente reales y no personajes planos, el cáncer del cine actual. Vamos, un orgasmo de serie para todo aquel capaz de entender el duelo de titanes que pueden tener dos fuera de serie en términos mentales, pero de polos opuestos. Totalmente seguro: esta serie no puede decepcionar a nadie.