Dada la controversia creada por esta serie parece que cuenta con opiniones muy dispares. Trata temas desagradables, pero los trata de una manera que te engancha y no puedes dejar de ver el siguiente capítulo. Es una serie para pensar, y que saca conversaciones y temas que es mejor no guardar en un armario. A nadie le gusta oir hablar de abusos, violaciones o violencia, pero está ahí y es importante también concienciar a las nuevas generaciones. Está claro que no deja indiferente a nadie. Esperaba una segunda temporada más floja, pero es más intensa y no flojea en ningún momento. Creo que es una serie necesaria, que probablemente ayude a gente con problemas a buscar ayuda y para mi eso es positivo. Se la criticó mucho cuando salió la primera temporada que si incitaba al suicidio, todo lo contrario, muestra el daño que hace a la gente cercana. Además cuenta con unas actuaciones impresionantes, en seguida empatizas con algunos personajes, a algunos les llegas a odiar a muerte. La intro me ha recordado ligeramente al videojuego Life is Strange, también muy recomendable.