¿Quién dijo miedo? Unos minutos de indecisión ¿realmente quiero más? No sé si soportaré otra sesión de maldad humana...

En algún momento se ha desviado el terror, los monstruos quedaron a un lado, ahora se lleva mostrar las monstruosidades humanas, enseñar que los malos somos nosotros, y podemos ser más crueles que cualquier bestia inmunda sin sentimientos. La banalidad al servicio del extremismo.

La primera parte, el descubrimiento de las consecuencias, la niña que tiene miedo por siempre de su sufrimiento. El resultado de un trabajo sin terminar.

Un momento de confusión, todo ha terminado pero aún queda metraje, todo lleva a una segunda parte, la buena samaritana, toda ayuda es poca, pero las circunstancias son traicioneras, hay que dar un significado a la crueldad gratuita. El fin del mundo es un conocimiento innecesario pero tentador. Da igual el modo de conseguirlo.

Lo desagradable de la película no es la violencia o las monstruosidades que se cometan, lo malo es que esta no me resulta una película de terror o de gore, es una situación triste, desesperanzadora y es lo único que no esperas de este tipo de películas, para sentirse apenado tienes los dramas, y al final me obligan a sentir lástima por quien ideó la película. Porque durante unos momentos se me ocurrió que un 0 sería una nota perfecta ante la aberración de los acontecimientos, pero no existe esa nota. Luego pensé que como película no está mal, aunque los moralismos deberían quedar fuera. Y la próxima vez me pensaré dos veces cómo elegir las películas, porque doble sesión de martirio es algo muy innecesario.