Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de manulynk:
6
Comedia Basada en las memorias del productor Art Linson (guionista del filme). Un productor de Hollywood (De Niro) intenta conservar su dignidad profesional frente a la implacable maquinaria de los grandes estudios. Durante dos frenéticas semanas, tendrá que hacer juegos malabares para solucionar los más descabellados problemas tanto en su trabajo diario como en su vida personal. (FILMAFFINITY)
4 de noviembre de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algo de Altman parece que hay en la historia de un productor, llamado Ben (interpretado por Robert de Niro) al que Levinson sigue durante unos días y al que vemos lidiando con directores que creen ser autores en mayúsculas, actores díscolos (Bruce Willis interpretándose a sí mismo), representantes (John Turturro), incluso responsables superiores que sólo se interesan por la rentabilidad de un film, y al mismo tiempo, trata de poner un poco de orden en su vida sentimental, intentando mejorar la situación con una de sus ex (interpretada por Robin Wright Penn). A todo ello asistimos con un estilo semi-documentalista que se vale de la cámara al hombro y de una fotografía eminentemente televisiva para provocar esa sensación de realismo

Sin embargo, a medida que avanza el metraje la sombra de Altman se va diluyendo mientras vemos como De Niro deambula de un lugar a otro intentando apagar los incendios profesionales y personales de su vida permanentemente colgado del móvil. No se puede negar que algo de crítica al mundo cinematográfico hay. Levinson no nos cuenta nada que no sepamos, o que no hayamos leído. Quizás Levinson, como productor que es, ha sido incapaz de cargar excesivamente las tintas sobre su propia ocupación. Por su parte De Niro empeña, película a película, en hacernos olvidar sus magníficas interpretaciones de los años 70 y 80.

Tal vez haya algo de cierto en esto, sobretodo ahora que las grandes estrellas aparecen como productores ejecutivos de sus propias películas, y han conseguido reducir la gran parcela de poder que tenían aquellos productores de los años 40 y 50. Pero lo cierto, es que la impresión que queda de este film es que en lugar de tener una voluntad crítica contra el mundo de Hollywood, como parece pretender, en realidad lo que hay es una voluntad más bien justificativa sobre una figura cinematográfica que parece en vías de extinción.

La agitada vida del productor que nos retrata Levinson no acaba de conectar con el espectador, cuyo interés por el film va decreciendo en la medida en que comprueba que el film no es más una una acumulación de hechos dispersos que tienen como hilo conductor al protagonista interpretado por De Niro, pero que no puede evitar que el desinterés por los mismos vaya en aumento, en la medida en que el mensaje está lleno de tópicos sin ninguna profundidad.

A lo mejor dicho desinterés se produce porque lo que en realidad quiere ver cuando elige ver este film es una crítica mucho más despiadada y afilada contra Hollywood, en la línea marcada por Altman, pero que no es el objetivo de Levinson que quiere que nos compadezcamos de su productor, algo que no acaba de funcionar puesto que aunque sus funciones hayan cambiado, sigue siendo una pieza del engranaje, lo que deja los hechos de este film como algo anecdótico, algunos de los cuales es posible que hayan sucedido realmente, porque no parece tan descabellado.
manulynk
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow