Film de Tom Hooper que trata de un tema futbolístico, basado en hechos reales. Ambientado en el fútbol inglés, en los años 70, el film narra la rivalidad entre dos entrenadores, Don Revie (Colm Meanie), que ha llevado al Leeds United a lo más alto, y Brian Cough (Michael Sheen), que es precisamente el que le sustituye en el Leeds. De hecho, la rivalidad entre Revie y Cough es tan antigua como el fútbol, y que vienen a representar a los llamados “resultadistas” por un lado, y los partidarios de un fútbol más “vistoso”.

La verdad es que rivalidad, en sentido estricto no hay, puesto que no es hasta el tramo final del film en que no hay una verdadera confrontación entre ambos entrenadores cara a cara. Sería mucho más apropiado decir que el film trata de la obsesión, por parte de Cough de superar a Revie como entrenador. La explicación del empecinamiento de Cough, nos la explicará el realizador de una forma ingeniosa a lo largo del metraje. De esta forma, vamos entendiento, la motivación y la obsesión del joven entrenador, mucho más partidario de un fútbol “limpio”. Hay que tener en cuenta que Hooper rehuye el visionado de los partidos. Apenas hay insertos de los encuentros. Predomina lo que sucede entre bastidores, antes y después del partido. Hooper es mucho más partidario de mostrarnos el estadio vacio, o los vestuarios donde se “cocinan” las tácticas, optando por la elipsis visual cuando el balón se pone en juego.

Así, Hooper opta por centrarse en los personajes, sobretodo el de Clough (espléndidamente interpretado por Michael Sheen), pero sin descuidar al resto del reparto, lleno de excelentes secundarios, como Jim Broadbent interpretando al presidente de un club, o a Timothy Spall, eterno segundo entrenador de Clough y la voz de su conciencia. Juntos componen un excelente fresco que gira sobretodo alrededor de la trastienda del llamado en Europa, “deporte rey”, y que con una fotografía que ambienta con bastante éxito los años 70, nos habla de forma muy sutil e indirecta, de muchas cosas que nos son muy familiares a los amantes del fútbol (entrenadores, fichajes, rivalidades, lucha de egos, enfrentamientos con la directiva, etc), que son caldo de cultivo de un tipo de prensa (la cual, por cierto, apenas tiene presencia en este film) que aún hoy sigue siendo mayoritaria y preponderante en los quioscos de toda europa.

A pesar de girar entorno al mundo del fútbol, tampoco se podría decir que se trata de un film dirigido únicamente a un público futbolero, puesto que la verdadera base del film es historia de una rivalidad, o una lucha de egos, que bien puede estar ambientada en el mundo del fútbol, en el del baloncesto, en el de la banca o en una empresa petrolífera. Y este es sin duda el gran acierto por parte del realizador en un film de factura sencilla, pero con mucha sustancia.