El cine de artes marciales vivió su momento de esplendor entre los años 60 y 70 con la fugaz (pero intensa) aparición de Bruce Lee en unas pocas películas que revitalizó la industria cinematográfica de Hong Kong, de larga tradición y actualmente de cierto prestigio entre los amantes del cine de acción. Tras su muerte, florecieron numerosos clones que intentaron sacarle todo el jugo posible a la gran estrella, a través de films de "série Z", solo conocidas por un puñado de "frikis" y seguidores acérrimos de este tipo de cine, aunque como en todo, hay excepciones notables.

En los 80, Chuck Norris llevo estas formas, americanizando totalmente sus formas y contenidos, y favoreciendo cierto cine "de culto" a la sombra de la mítica productora Cannon, con las conocidas (solo por los iniciados en el culto, claro), "el guerrero americano", y similares. Posteriormente fue el musculitos Van Damme el que se empeñó en dar el finiquito a un subgénero que ya estaba casi extinto. Últimamente, de la mano de Jet Li, ha habido algún que otro escarceo. Y todo ello sin olvidarnos del gran trabajo de Jackie Chan, que ha conseguido perfeccionar un estilo propio y un amplio reconocimiento mundial. Lo que sí tienen en común todos estos films comentados es que se trata de un cine de modesto presupuesto (por decirlo finamente), cuyos protagonistas nunca destacarán por sus dotes interpretativas, ni los guionistas por su sutilidad, ni mucho menos sus realizadores podrán aspirar a ningún premio que no sea la satisfacción del acérrimo seguidor de turno al salir del cine. Todo esto viene a cuento de la aparición de este film que parece devolver a sus orígenes este modo de hacer cine.

De modesta producción thailandesa, el argumento del film es tan pueril como predecible. Incluso en su plasmación visual, podemos encontrar fallos sin buscarlos. Pero cuando sus protagonistas se ponen a pelear, todo eso queda en un segundo plano. Hay que decir que el film nos ofrece un buen puñado de peleas, en las que en ocasiones son tan espectaculares como contundentes. Al ser un film modesto no existe un gran despliegue de medios, pero el realizador no alarga excesivamente los combates, buscando más bien la efectividad y la plasticidad de los movimientos del "muai thai", asi como su estilo seco y espectacular, aunque el realizador se empeña en enfatizar en exceso algunos de sus mejores golpes, ya sea mediante el uso del ralentí o bien ofreciéndonos directamente la repeticón de "las mejores jugadas". No es que sea un gran film, pero en la medida en que en ocasiones parece captar el espíritu y sencillez de los primeros films del difunto (y recordado) Bruce Lee, es un film que merece la pena ver. Sobretodo si se es fan de ese tipo de films. Para el resto.....la verdad es que no encontraran buenos argumentos en esta película.