Uno de tantos thrillers de asesinos en serie de bárbaras prácticas que salieron a la luz de Seven, Vidas ajenas no estaba tan mal como se dijo en su momento. a ver, no era nada del otro mundo, y por supuesto que estaba concebida de arriba a abajo como vehículo de lucimiento de Angelina Jolie en su momento álgido de popularidad (por mucho que su mejor momento como actriz siga siendo la década de los 90), pero se dejaba ver bien y tenía su intriga y sus momentos inspirados (el crimen en el ascensor, por ejemplo). ¿Era buena? No mucho. ¿Profunda, bien planteada, interesantísima? Pues tampoco. Pero era una opción aceptable para una tarde o noche en la que se necesite una película ligera y entretenida.
Eso sí, el epílogo era de juzgado de guardia. Absurdo, risible y sentimentalón de forma muy gratuita.

Lo mejor: Entretiene. Los actores cumplen.
Lo peor: Copia sin pudor a películas mucho mejores y el final es de risa.