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Voto de Sibila de Delfos:
8
Drama. Thriller. Intriga Biografía de James Wilson, que abarca desde 1930 hasta 1960. Graduado en la Universidad de Yale, acabó siendo uno de los fundadores de la CIA. Se supone que el personaje se basa en el legendario y astuto jefe de inteligencia James Jesús Angleton. (FILMAFFINITY)
30 de agosto de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tomad buena noticia: uno de los mejores actores de la historia es también un realizador de primer nivel. Ya quedó demostrado en Una historia del Bronx, pero Robert De Niro se reafirma aquí como un señor que sabe muy bien lo que hacer con una cámara en las manos. En su puesta en escena hay algo muy clásico, muy a lo Sidney Pollack o incluso Martin Scorsese, algo a lo Francis Ford Coppola, y es esa elegancia y fascinación que se desprende de cada calculado plano. Una fascinación que se contagia de/a un guión de Eric Roth que es simplemente soberbio, mágico en su elección de palabras, que logra apasionar al espectador con una trama que perfectamente podría haber resultado aburrida y carente de interés para muchos. En realidad, entre tanto lujo y elegancia, la película solamente tiene un fallo, tan grave que basta para impedirle alcanzar el sobresaliente. Dura dos horas y treintaitrés minutos. Y eso es una losa sobre el espectador, sobre todo porque con dos horas pelonas, quitando escenas innecesarias de tejemanejes e interrogatorios, el efecto hubiera sido el mismo. Sobre todo cuando la gran virtud de la historia reside en ver cómo Edward Wilson sacrifica su vida por la CIA, casándose con una mujer a la que no ama y a la que ignora sin disimulo, renunciando al amor de su vida (una fascinante Tammy Blanchard), siendo un extraño para su propio hijo y negándose todo por el bien de su país.
Es difícil destacar a alguien en un reparto tan lleno de excelentes intérpretes, pero merecen una mención de honor el propio De Niro, un sibilino Alec Baldwin, un Michael Gambon más frágil y sensible que de costumbre, una Angelina Jolie que recupera su mejor versión en la recreación del drama de Margaret Wilson (atención a las discusiones con Damon, o el final en la iglesia), y por supuesto, Damon, Matt Damon. Poco sabíamos a finales de los 90, cuando ganó el Oscar como guionista y empezó a trabajar con gente como Spielberg, que iba a formar con Leonardo DiCaprio una dupla de maravillosos actores que no se aprovecharon de su físico privilegiado y su carisma para hacer películas fáciles de acción y comedias románticas. Ya hemos perdido la cuenta de los riesgos que ha asumido Damon en su carrera hasta la fecha, pero lo que está claro es que ha salido victorioso de todos ellos para convertirse en uno de los intérpretes más interesantes de Hollywood. La manera en que mira en El Buen Pastor, cómo representa con ese gesto imperturbable la dedicación de un hombre a su trabajo por encima de todo lo demás, y la emoción que aun así deja traslucir es un espectáculo memorable.
En definitiva, una muy buena película solo lastrada por un metraje a todas luces desmedido.

Lo mejor: Los actores (en especial Matt Damon) y la trama más personal de la historia.
Lo peor: Lo larguísima que es sin motivo.
Sibila de Delfos
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